Un juego de estrategia sobre gestionar el tráfico puede parecer aburrido, pero Mini Motorways es pura diversión

Análisis de Mini Motorways
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Juegos de estrategia y gestión los hay a montones. Es uno de los géneros más clásicos y en PC tenemos grandes ejemplos, sagas que se han gestado en compatibles y nos han emocionado. Mini Motorways es un juego más humilde, pero su propuesta, a pesar de ser simple y directa, me ha atrapado como hacía tiempo que ningún título del estilo lo conseguía: controlar el tráfico nunca había sido tan divertido.

¿Habéis pensado alguna vez en cómo se realiza la planificación urbanística de las ciudades? Hay videojuegos de estrategia y gestión que nos han hecho imaginar esto en más de una ocasión, desde el mítico SimCity, hasta el más reciente (y genial) Cities: Skylines. Estos juegos son realmente complejos y profundos, y están pensados para que las partidas se alarguen durante horas. Además, nos ofrecen cuidar muchos aspectos de las ciudades para que los habitantes vivan lo mejor posible. Dentro de estos elementos, algo clave es el tráfico, y Mini Motorways se centra únicamente en este aspecto, en un juego muchísimo más simple y ligero que todos esos referentes, pero igualmente adictivo.

Este videojuego era exclusivo de Apple Arcade hasta ahora que ha salido en Steam, para deleite de todos los fans del estudio. El título ha sido desarrollado por Dinosaur Polo Club, los creadores de otro exitazo: Mini Metro. Si habéis jugado a ese videojuego, tenéis una idea muy buena de lo que podéis encontrar aquí, pero con el cambio de transporte. En Mini Metro tenemos que gestionar las diferentes líneas de metro de las ciudades, pero en Mini Motorways nuestro objetivo es controlar el tráfico de diferentes localizaciones del mundo y evitar que la ciudad colapse, algo que se vuelve realmente complicado según avanza la partida. El resultado es un juego accesible para todos los públicos, pero muy complejo de dominar.

El arte del tráfico

Mini Motorways

He de reconocer que a mí el minimalismo me encanta. La limpieza del estilo, sus colores planos y los demás detalles de este estilo artístico me transmiten paz, orden y una sensación de belleza difícil de igualar. Mini Motorways no tiene ese nombre solo por su concepto más directo que otros juegos de estrategia, sino también por su estilo gráfico. Lo primero que llama la atención del juego es lo bonito que es. Os aseguro que cuando la partida avanza y todo el tráfico va de un lado a otro, las imágenes que nos deja son realmente preciosas. Quizá no es tan apreciable por todos los jugadores, pero creo que es atractivo. Además, el juego tiene diferentes paletas de colores, e incluso un modo nocturno, que además de ayudarte en la oscuridad de la noche a no cegarte, queda muy bien; muchos lo dejarán siempre.

Pero más allá de eso, lo que tenemos que hacer es construir una ciudad por la que se pueda circular de forma fluida y sin atascos. Fácil, ¿no? Pues lo es al principio, pero luego ya no tanto. El concepto es muy sencillo: tenemos que unir los hogares que aparecen con su correspondiente establecimiento, según los colores, para que los ciudadanos puedan desplazarse en coche por las calles. El planteamiento del juego se basa en que los habitantes que viven en las casitas de color rojo (por decir uno) tienen que ir a hacer sus compras para sobrevivir a los locales de su mismo color. Por tanto, habría que hacer un camino sencillo y rápido para que los ciudadanos rojos vayan a los establecimientos rojos, los ciudadanos verdes a los verdes, los azules a los azules y así sucesivamente. Simple. En cada establecimiento irán apareciendo poco a poco chinchetas, que básicamente son "peticiones" de clientes: si no conseguimos hacer que haya un flujo constante de visitantes, esa zona empezará a no ser viable, lo que podría acabar en el colapso (que realmente sería una confirmación de que la que realmente está atascada es la ciudad) y en el fin inmediato de nuestra partida.

Pekín en Mini Motorways Colapso en Pekín.

Para ello, cada semana que va pasando en el juego, tenemos a nuestra disposición una serie de bloques de asfalto para construir las carreteras y unir los diferentes puntos de la ciudad. El mapa está dividido en una cuadrícula y tenemos que elegir con cuidado cómo gestionamos los recursos disponibles, porque rápidamente uno se da cuenta de que no sobran. En algunas semanas, el juego nos ofrece también la posibilidad de conseguir semáforos, rotondas, puentes y autopistas, pero nos da muy pocos bloques de estas soluciones, por lo que tenemos que pensar dónde ponemos cada cosa. Por ejemplo, ¿hay una intersección en tu ciudad que está ralentizando mucho el tráfico? Quizá un semáforo ayude, pero a lo mejor si el atasco es realmente complicado sea mejor poner una rotonda. Los puentes nos ayudan a sortear los ríos de las ciudades (todos los mapas están inspirados en ciudades reales del mundo, aunque hay que echarle imaginación) y las autopistas a conectar dos zonas alejadas del escenario, pudiendo construirlas sobre las carreteras y casas que ya hayamos puesto.

El toque aleatorio de Mini Motorways

Dar es-Salam en Mini Motorways Inicio y final de una partida en Dar es-Salam.

En Mini Motorways, elegimos uno de los mapas disponibles (hay bastantes diferentes para desbloquear, además de otros retos de los que ahora hablaré) y empezamos únicamente con una casa y un establecimiento para unir. Poco a poco, de forma aleatoria, van saliendo nuevas casas y nuevos establecimientos de diferentes colores, y tenemos que seguir ampliando nuestra ciudad. El problema que tiene este sistema aleatorio, que puede no gustar tanto a algunos jugadores, es precisamente que la aparición de las casas y los establecimientos es tan impredecible que, en cualquier momento, lo que tú creías que estaba siendo una planificación digna de un experto en Urbanismo, se convierte en un caos en el que los coches ya no consiguen circular correctamente. Esto empieza a pasar especialmente a partir de los 1.000 viajes: comienzan a salir un montón de nuevos lugares para unir y es muy difícil hacer que todo fluya, sobre todo porque en ese momento ya no tenemos carreteras de sobra.

A mí particularmente no me ha molestado en absoluto el punto aleatorio del juego: creo que lo hace interesante, aún más rejugable, y muy desafiante. No deja de ser también un juego de puzles y de ingenio, en el que si demuestras ser eficiente con las rutas que vas marcando a los habitantes, la ciudad continúa su vida. Y es que hay algo importante que hay que tener en cuenta al jugar al título: no siempre haremos construcciones con un sentido completo en la vida real. Por ejemplo, en una de mis últimas partidas, intenté por todos los medios que los amarillos y los rojos fueran únicamente por sus carreteras. No conecté ambas rutas hasta que no fue totalmente necesario. De esa forma, los rojos iban siempre por las calles que yo quería hasta su establecimiento, y aunque crearan algo de atasco entre ellos daba igual, porque el local estaba siempre atendido y lleno de visitantes. Como digo, cuando la ciudad empieza a crecer es difícil mantener esto, sobre todo por lo del factor aleatorio.

Mini Motorways Retos diarios y semanales en Mini Motorways.

El juego también tiene retos diarios y semanales, en los que nos proponen conseguir la puntuación posible más alta en escenarios que tienen algunas particularidades únicas, para hacer del desafío uno más interesante para los jugadores. Además, hay rankings online para que nos piquemos con usuarios de todo el mundo a conseguir más viajes y a mejorar nuestra capacidad de planificación. Tened en cuenta que si salís de la partida, ese escenario se guarda y podéis seguir después, accediendo desde el menú principal y dándole a "Continuar". Puede parecer una chorrada que os cuente esto, pero yo al principio pensaba que no se podía interrumpir la partida y salir del juego; no me ha parecido que esté muy bien explicado este detalle.

Mini Mortorways, una experiencia aparentemente tranquila que puede llegar a estresar

Mini Motorways

Si os gustan los juegos de gestión y estrategia, os tengo que recomendar encarecidamente Mini Motorways. Me parece un juego muy bien resuelto, que sabe perfectamente cuál es el techo que quiere alcanzar y lo hace de muy buena forma, con una idea simple pero efectiva, unos gráficos preciosos y una banda sonora que acompaña a la perfección. Como pega, diría que un modo libre, en el que se pueda construir sin miedo a que la partida acabe, sería un añadido fantástico. Muchos jugadores solo quieren experimentar con las posibilidades. Lo he echado en falta, aunque entiendo que es algo prescindible.

Aunque la propuesta de Mini Motorways sea tan sencilla, el juego puede llegar a complicarse muchísimo, y si queréis dominarlo y conseguir puntuaciones muy altas, tendréis que actuar con mucha cabeza, e incluso cambiar vuestra ciudad en mitad de la partida. Es un juego relajante en apariencia, y aunque realmente lo es en los inicios de la ciudad, la gestión puede llegar a estresar más adelante. Un gran juego para echar unas partidas de vez en cuando y desconectar.

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