Con la super producción de juegos que hay hoy en día es difícil estar al loro de todo lo que sale, incluso en nuestros géneros favoritos. Este problema se exacerba cuando estamos hablando de los RPG, que a cada día que pasa se están consolidando más como el nuevo género de referencia de los videojuegos. Y si bien el juego que os traemos en esta recomendación no es de los más nuevos -salió en 2018- pasó un tanto desapercibido en su momento, y es una lástima porque tiene mucho que ofrecer: Vampyr.
No, no estoy escribiendo mal Vampire (ni tampoco refiriéndome a The Masquerade), me estoy refiriendo a esta obra de Dontnod -autores del aclamado Life is Strange- y publicada por Focus Home Interactive. Se trata de un juego de rol de acción en el que lo mejor que tiene no es su excelente ambientación del Londres de principios del S.XX, o su accesible pero profundo sistema de progresión; es la forma en que te obliga a decidir si progresas como un vampiro puro y duro -chupando la sangre a todo quisqui- o si decides pasar un poco de hambre para tener acceso a más zonas del juego.
El dilema de ser un médico chupasangre en Vampyr
Para entender esta disyuntiva que conforma el núcleo duro del juego, hay que mencionar que interpretamos al Dr. Jonathan Reyd, médico que acaba de volver del frente de la Primera Guerra Mundial después de que esta terminara, pero a su retorno a Londres es atacado y se despierta en un cementerio de la urbe. Ha sido convertido en un vampiro, y ahora se enfrenta al dilema moral de sobrevivir como lo hacen los de su -nueva- especie (chupando sangre y matando), o tratando de mantenerse fiel a su humanidad y no quebrantar el Juramento Hipocrático -ayudar a cualquier paciente, sea quien sea- por el que todo aquel que ejerce la medicina está obligado a cumplir de por vida.

La premisa ya de por sí plantea no sólo una cuestión moral interesante de estudiar, pero es que a nivel de jugabilidad es lo mejor que tiene el juego. Como vampiro, el Dr. Reyd no tiene más remedio que alimentarse de sangre para no morir, pero la enjundia está en que no vale hacerlo de cualquiera. Absorber la sangre de forma indiscriminada de los NPC que pululan en esta enorme recreación de Londres puede acarrearle problemas.
Para empezar, cuanto más conozca a sus ''victimas'' de mejor calidad será la sangre que obtenga, permitiéndonos subir de nivel y desbloquear más habilidades. Pero chuparles la sangre igualmente es peligroso. No sólo por el hecho de que si es una figura conocida del barrio en le que estamos hará que se levanten sospechas contra él; también por el hecho de que esa persona puede ayudarnos posteriormente y darnos acceso a nuevas misiones o incluso áreas.

Es un planteamiento que garantiza en buena medida que volvamos a jugar al juego, ya que no será posible ver todo lo que las 41 horas de duración de este título tienen en su haber. Por otro lado, también tendremos nuestras buenas dosis de combate en tiempo real, y aunque no sea el más refinado de los que podemos encontrar, tiene suficiente complejidad y profundidad para no ser aburrido; amen claro de sistemas de ''crafteo'' que nos permitirán construir ciertas herramientas para facilitar nuestra cosecha sangrienta o investigar el entorno y a nuestra ''comida''. Y porsupuetso, el sistema de habilidades, bastante intersante y que ameniza el combate o hace que determinados encuentros sean posibles.
Destaca también el nivel de ambientación y los diálogos con los que Dontnod ha creado el juego. Es realmente inmersivo el vernos convertidos en un vampiro que tiene que saber cuándo aplicar moralidad para no matar a nadie pero sin descuidar su propia supervivencia, y los escenarios del Londres de 1918 están recreados de una forma que no muchos juegos son capaces de replicar. Actualmente, lo tenéis en Steam por menos de 8 euros, pero sólo hasta el 26 de abril; es para considerarlo detenidamente.
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