Portátiles gaming de 14 pulgadas: ¿cuál es mejor comprar? Consejos y recomendaciones

El sector de los portátiles, y sobre todo el de los equipos gaming, ha avanzado enormemente en los últimos años. Hasta tal punto que hemos pasado de no encontrar modelos capaces de plantarle cara a equipos de sobremesa incluso a precios superiores, a poder hacernos con auténticas bestias gaming sin gastarnos tanto como lo haríamos si nos montamos un PC por piezas con unas características similares.

Es cierto que esto (esperamos) es una situación pasajera, ya que los graves problemas de sobreprecios y stock en componentes de escritorio, sobre todo en lo referido a las tarjetas gráficas se acabarán solucionando tarde o temprano. Y llegado el momento podremos configurar nuestros ordenadores gaming con unos precios más ajustados y acordes a la realidad.

Pero incluso cuando esto ocurra, seguiremos teniendo al alcance una gran cantidad de portátiles gaming más que solventes, con diferentes componentes y prestaciones, en lo que sin duda resulta una excelente alternativa a los equipos de sobremesa para jugar; como decimos, la industria no deja de avanzar y hoy en día vemos portátiles con unos componentes que hasta hace nada parecía impensable.

De hecho, son tantos los pasos hacia adelante que ha dado la industria en el pasado reciente que no sólo podemos acceder a portátiles súper potentes que nos permiten jugar a lo que queramos con ellos, sino que además hay modelos realmente pequeños, ultra portables, que no sacrifican apenas rendimiento a pesar de las limitaciones lógicas en materia de disipación del calor.

Portátiles gaming de 14 pulgadas: pequeños, portables y potentes

Cuando jugamos queremos aprovechar al máximo las prestaciones de nuestro setup. Lo que pasa por jugar, habitualmente, en monitores grandes e incluso en televisiones. Entonces, ¿qué sentido tienen los portátiles gaming de 14 pulgadas, cuando en muchos casos ya uno de 15,6 e incluso de 17,3 se antoja pequeño? Pues dependiendo de las necesidades de cada cual, hay muchos usuarios que tienen que decantarse sí o sí por uno de estos pequeñines, ya sea porque tienen que transportarlos de aquí para allá constantemente o por cualquier otro motivo.

Los fabricantes conocen estas necesidades, por lo que los principales del sector cuentan en sus catálogos con modelos tremendamente interesantes para quien necesite esa portabilidad extrema y potencia para jugar con un buen rendimiento. Y aunque a grandes rasgos estos portátiles no se alejan mucho de sus hermanos mayores, sí que tienen algunas peculiaridades que no deberíamos pasar por alto a la hora de comprar uno.

De modo que a continuación vamos a repasar qué aspectos tener en cuenta si tenemos en mente hacernos con un portátil gaming pequeño, para que nuestra compra sea lo más acertada posible, y luego recopilaremos algunos de los modelos más interesantes que encontramos en el mercado a día de hoy. Porque aunque hay donde escoger, el catálogo no es tan amplio como con el resto de portátiles por el hecho de estar pensados para un tipo de usuario específico con unas necesidades concretas: movilidad, potencia, poco peso...

Portátiles pequeños para jugar: aspectos a tener en cuenta

• Tamaño, peso y portabilidad. La portabilidad extrema que permiten estos portátiles así como su peso y tamaño reducidos son las grandes bazas que juegan. Y esto supone tener que recortar en otros apartados, como veremos a continuación. Pero esto es un peaje que quien necesita un equipo lo más pequeño posible no tiene más remedio que pagar. Una pantalla de sólo 14" en combinación con un gran aprovechamiento del espacio disponible hace que estos equipos no tengan rival en el mercado: ofrecen una potencia similar a la de portátiles mayores pero con un peso que suele estar por debajo de los 3 kilogramos y un tamaño que permite llevarlos en prácticamente cualquier mochila, bolso o maletín. Esto se traduce en comodidad si tenemos que cargar con ellos durante horas yendo a clase o a trabajar, y quienes han sufrido la carga de modelos más grandes durante años valorarán este aspecto por encima de otros.
• Disipación del calor. Una de las eternas tareas pendientes de cualquier dispositivo potente, ya sea gaming o no, y que por lo tanto afecta a consolas, ordenadores de sobremesa, portátiles y demás equipos similares es la de la disipación del calor. Mientras jugamos, nuestro portátil se calienta. Y mucho. En ocasiones haciendo que veamos picos de noventa y tantos grados en la CPU y más de 80 en la GPU. Lo que en estos modelos pequeños se ve agravado por la falta de espacio; los componentes han de estar más juntos, hay menos espacio libre en el chasis para colocar salidas, heatpipes y ventiladores. Y esto tiene como resultado unas temperaturas que pueden llegar a preocuparnos. Pues bien, tenemos que aprender a vivir con ellas y no darle más importancia de la que tienen. Siempre podemos hacer uso de alguna base refrigeradora, que en el mejor de los casos nos hará ganar unos pocos grados. Pero si compramos un portátil gaming de 14 pulgadas tenemos que contar con el hecho de que cuando se encuentre a plena carga, como sucede durante las sesiones de juego, las temperaturas (y el consiguiente ruido de los ventiladores) serán nuestras compañeras de juego.

• Pantalla. Llegamos al primer gran sacrificio que hacen estos portátiles: la pantalla. Porque aunque el reto del equipo también se reduce (con teclas más pequeñas o menores conexiones, por ejemplo) este es el más llamativo. Una pantalla de 14 pulgadas está lejos de ofrecer una experiencia de juego tan buena como de diagonales superiores. Pero quién nos iba a decir años atrás que íbamos a poder jugar a cualquier título del mercado en un dispositivo tan pequeño. Y esto inevitablemente pasa por reducir las dimensiones de la pantalla. Lo bueno es que aun con resolución Full HD, la densidad de píxeles por pulgada es tremendamente alta en estos portátiles, por lo que ganamos en nitidez. Y siempre tenemos la posibilidad de conectar monitores externos cuando llegamos a nuestro setup y disfrutar de todo su potencial en grande.

• Tarjeta gráfica. Otro de los recortes que suelen acusar estos portátiles está relacionado directamente con la tarjeta gráfica. Y es que aunque encontramos modelos que cuentan con un hardware de lo más top del mercado, la mayoría de ellos no tienen lo último de lo último en materia de GPU. Quizá sea por motivos de temperaturas, o porque sus potenciales usuarios no demandan una potencia gráfica tan alta como sí hacen con equipos más grandes. Pero el caso es que, si bien como decimos hay muchos modelos para elegir, si lo que vamos buscando es la portabilidad máxima es probable que tengamos que sacrificar algo de rendimiento.
• Resto de componentes. No obstante, contrariamente a lo que sucede con la tarjeta gráfica, nos encontramos con unos procesadores realmente potentes dentro de este nicho de equipos. En la mayoría de los casos vemos CPU Intel o AMD de las últimas generaciones, con 6 núcleos y 12 hilos e incluso más y unas frecuencias de reloj bastante altas, lo que nos ofrece un rendimiento más que de sobra tanto para jugar como para cualquier otra tarea exigente. Y respecto a la configuración de memorias RAM y SSD, vemos lo habitual en casi cualquier portátil gaming del mercado: 8 ó 16 GB para la primera y 512 GB o 1 TB para la segunda. Debemos tener en cuenta, eso sí, que las posibilidades de ampliación se reducen enormemente en portátiles de este tipo; la RAM suele estar soldada a la placa base y como mucho tenemos un hueco libre para añadir un SSD M.2 adicional en el caso de que nos quedemos cortos de espacio.

• Puertos y conexiones. También debemos tener en cuenta que al haber menos espacio físico disponible en el cuerpo de estos portátiles por sus reducidas dimensiones, por optimizadas que estén, no es de extrañar que perdamos algunas conexiones por el camino. Algo lógico por otra parte pero que no viene nunca mal recordar. En cualquier caso, para el uso diario y salvo que tengamos unas necesidades muy concretas, estaremos cubierto gracias a algunos USB tipo A y C, algún que otro HDMI y/o DisplayPort y una toma jack combinada tanto para auriculares como para micrófono.
• Precio. Finalmente, un detalle que cobra especial importancia en este caso es el del precio. Como veremos a continuación, muchos modelos con un hardware no excesivamente potente cuentan con precios más elevados de lo que cabría esperar. Pero es entendible, ya que el hecho de hacernos con un portátil potente pero sobre todo muy pequeño, encarece el precio. Entonces si queremos un portátil gaming sin importarnos su tamaño, lo óptimo en cuanto a la relación calidad precio es ir a por modelos de 15,6 pulgadas ya que son los más equilibrados del mercado en relación a sus componentes y el precio que pagamos por ellos. Pero si necesitamos sí o sí de la comodidad de transporte que nos brindan los de 14 pulgadas, no nos quedará otra que pagar ese sobrecoste que implica un producto mucho más específico.

Portátiles gaming de 14 pulgadas: modelos recomendados

Acer ConceptD 3 CN314-72

Como decíamos antes, estos portátiles pequeños y potentes suelen ser más caros que sus hermanos mayores a igualdad de hardware. Pero eso no significa que todos supongan un gran desembolso económico; encontramos modelos relativamente asequibles a la par que interesantes. Este Acer ConceptD 3 es un claro ejemplo y por 1.159,76 euros nos ofrece un buen desempeño en poco espacio. Incorpora una GTX 1650 de 4 GB de VRAM con la que jugar prácticamente a todo, una CPU Intel Core i7-10750H, 8 GB de RAM y 1 TB de SSD. Es blanco, con panel Full HD e incluso incorpora Windows 10 en su versión Pro.

ASUS ROG Zephyrus G14

Continuamos con un Asus ROG de la familia Zephyrus G14, una de las mejores alternativas del mercado en relación calidad precio dentro del sector de las 14 pulgadas. Cuesta 1.199 euros y nos ofrece un panel Full HD de 120 Hz con el que aprovechar al máximo los títulos competitivos. El resto de componentes, por su parte, no se quedan atrás: Ryzen 7 4800HS, 16 GB de RAM, 1 TB de almacenamiento SSD y GTX 1650 Ti de 4 GB. Eso sí, este modelo no incluye sistema operativo.

ASUS ROG GV301QH-K6069T

Seguimos con otro Asus ROG cuya principal baza es su diseño convertible; podemos abrir la pantalla completamente hacia atrás como en tantos otros dispositivos similares... aunque con prestaciones gaming. Cuesta 1.379 euros y ofrece: pantalla algo más reducida (13,4 pulgadas) con resolución 1920 x 1200p, GTX 1650, Ryzen 7 5800HS, 16 GB de RAM y 512 GB de unidad de almacenamiento SSD. Es negro, bastante sobrio, versátil (por aquello del modo convertible) e incorpora Windows 10 Home de serie.

Acer Predator Triton 300 SE

Por 1.683,99 euros se encuentra esta alternativa de Acer: el Predator Triton 300 SE. Disponible en color plateado, cuenta con un hardware de última generación que incluye: gráfica NVIDIA GeForce RTX 3060, procesador Intel Core i5-11300H de alto rendimiento, 16 GB de memoria RAM y 512 GB de SSD. La pantalla, por su parte, monta un panel Full HD. Y viene con Windows 10.

Asus ROG Zephyrus G14

Este otro Asus ROG de la familia Zephyrus se trata de una edición especial en colaboración con el conocido músico Alan Walker. Esto implica un diseño exclusivo realmente interesante, con teclas de diferentes colores. Tiene un precio de 1.999 euros, aunque lo justifica con unos componentes bastante actuales: RTX 3050 Ti de última generación, AMD Ryzen 9 4900HS de alto rendimiento, 16 GB de RAM y 1 TB de almacenamiento SSD. En cuanto a la pantalla, cuenta con 120 Hz y, ojo, una resolución 2560 x 1440p que se traduce en una excepcional nitidez.

ASUS ROG GV301QH-K6022T

Nos acercamos al final con un Asus ROG "estilo convertible" similar al anterior en diseño pero que supone una cierta mejora en cuando a hardware. Cuesta 1.999,99 euros y nos ofrece una pantalla de 13,4 pulgadas con resolución 1920 x 1200p y una tasa de refresco de 120 Hz. Además de una GTX 1650, un Ryzen 9 5900HS (la joya de la corona, sin duda), 16 GB de RAM y 1 TB de almacenamiento SSD. Además, también incorpora Windows 10 Home.

Razer Blade 14

Finalmente y a un precio de, ojo, 2.399,99 euros, se encuentra el portátil gaming estrella de Razer en su versión de 14 pulgadas. A este precio no es apto para todos los usuarios y bolsillos, pero quien quiera el mejor desempeño en un equipo con dimensiones reducidas tiene en este modelo un gran candidato. Cuenta con pantalla QuadHD con una frecuencia de actualización de 165 Hz, un Ryzen 9 5900HX, una excelente gráfica RTX 3070, 16 GB de RAM y 1 TB de SSD. E incluso existe otra variante que incluye la RTX 3080 por 2.999,99 euros.