PC gaming premontados: ¿cuáles son los mejores? Consejos y recomendaciones

A pesar de que poco a poco se va estabilizando el mercado de componentes gaming de escritorio, los precios siguen muy por encima de lo que deberían estar. Por no hablar de los constantes problemas de stock que nos están tocando vivir, y que hacen que sea complicado adquirir las piezas que nosotros quisiéramos.

Menos mal que los portátiles gaming están resultando una sorprendente alternativa tanto para jugar como para trabajar, gracias que encontramos multitud de modelos con hardware de última generación con los que ir capeando el temporal. Y además, en muchas ocasiones encontramos ofertas de lo más interesantes.

Aun así, si queremos un PC gaming y no valoramos pasarnos a modelos portátiles, sino que necesitamos que se trate de equipos sobremesa sí o sí, tenemos algunas formas de conseguirlos. Una de ellas es configurar y comprar un PC completo en tiendas especializadas, en cuyo caso es más sencillo acceder al poco stock de gráficas que hay actualmente. Y la otra es adquirir un PC ya montado.

De modo que si nos decantamos por esta segunda opción, a continuación veremos cuáles son los aspectos donde debemos fijarnos con más atención y repasaremos algunos de los modelos más interesantes que encontramos en el mercado en estos momentos.

Todo gira en torno a la tarjeta gráfica

Lo vayamos a usar exclusivamente para jugar o no, el PC que compremos tiene que incluir una gráfica lo suficientemente solvente como para mover los juegos. Así que, independientemente de si somos jugadores habituales u ocasionales, debemos prestar atención a cuál es la tarjeta que cada modelo incorpora.

Generalmente, cualquiera de la presente generación y de la pasada, tanto de AMD como de NVIDIA, nos servirá para jugar. Pero no todos los juegos son iguales, y las exigencias de cada usuario, tampoco. Por lo que dependiendo de a qué queramos aspirar y a los títulos que queramos jugar, tendremos que decantarnos por una gráfica u otra.

En resumidas cuentas, podríamos decir que con cualquier RTX de la serie 2000 de NVIDIA iremos bien para jugar a 1080p con una tasa de fotogramas por segundo que oscile entre 60 y 144 (los estándares más extendidos hoy en día). Si queremos dar el salto al 1440p, sería interesante decantarnos por alguna RTX 3000 de gama media, como la 3060 Ti o 3070. Y si definitivamente vamos a por el 4K, las RTX 3080, 3080 Ti y 3090 son las opciones ideales.

El procesador también es importante

Sin resultar tan importante como la tarjeta gráfica en lo que a jugar se refiere, pero igualmente fundamental, tenemos el procesador. Generalmente suele ser la GPU el factor limitante, aunque en ciertos juegos es la CPU la que recibe una mayor carga de trabajo. Sobre todo en resoluciones más bajas. Es por ello que un buen equipo gaming que se precie en pleno 2021 debe tener un procesador a la altura.

En este sentido, los fabricantes de equipos montados introducen procesadores perfectamente solventes, a lo que hay que sumar que es un componente con menores problemas de sobreprecios y stock que las GPU. Aquí lo ideal es contar con un chip con un mínimo de 6 núcleos y 12 hilos, para que no nos quedemos cortos de cara al futuro. Aunque si podemos dar el salto a uno con 8/16, mejor que mejor.

El único aspecto que más difiere entre unos equipos y otros, y donde juega un papel fundamental la preferencia de cada usuario, es la elección de la marca; AMD e Intel son quienes monopolizan el mercado de escritorio, y decantarse por una u otra pasa a menudo por gustos. En líneas generales, desde un Intel Core i5-11400 o más, iremos más que sobrados para jugar; en lo que respecta a AMD, el corte estaría en un Ryzen 5 3600. Y si la CPU elegida es de la última generación, mejor que mejor.

No nos olvidemos de la RAM y el almacenamiento

Dos aspectos que también pueden marcar la diferencia entre un equipo solvente y uno frustrante son las memorias RAM y el almacenamiento interno. La primera juega un papel fundamental en la cantidad de fotogramas por segundo que podemos alcanzar en cada juego. Y el segundo, por su parte, puede limitarnos en cuanto a la cantidad de juegos (y aplicaciones) que podamos instalar, así como la velocidad de los tiempos de carga.

El estándar actual de la RAM está bastante claro: 16 GB es la cantidad óptima en relación calidad precio. Menos, puede limitarnos en algunos juegos. Y más siempre es bienvenido. Es por ello que en prácticamente cualquier equipo gaming premontado encontramos esos 16 GB.

En cuanto al almacenamiento, la capacidad depende en gran medida de las necesidades de cada usuario. Porque ya sabemos que no todos los juegos ocupan lo mismo; existen algunos muy livianos y, otros, tremendamente demandantes de espacio como Call of Duty: Warzone con sus sucesivas actualizaciones. Entonces, para el sistema operativo, las aplicaciones básicas y algún que otro, con en torno a los 500 GB no tendremos mayores problemas. Aunque si queremos instalar cuantas más cosas, mejor, lo ideal sería dar el salto a 1 TB o más.

Lo que sí es un must have hoy en día es que el tipo de almacenamiento pase por unidades de estado sólido. Incluso más allá: discos duros M.2 NVMe, de esos que se conectan directamente a las placas base compatibles y que ofrecen las mayores velocidades de lectura y escritura del mercado. La diferencia entre usar alguno de estos y un HDD clásico la encontramos en los tiempos de carga en programas y juegos, que se recortan hasta límites sorprendentes.

Otros aspectos a tener en cuenta

Finalmente, y a pesar de que lo visto arriba es lo principal en un equipo gaming (y en cualquier otro tipo, en realidad), existen otros tantos aspectos a tener en cuenta. Aquí entran en juego componentes como la placa base; dependiendo de la marca y el modelo, podemos acceder a un mayor número de puertos de cara a ampliaciones futuras, así como contar con mejores opciones de refrigeración de los VRM, entre otros.

También resultan vitales todos aquellos detalles que tengan que ver con la refrigeración. Tanto la caja del ordenador como el sistema de disipación de la CPU han de ser lo suficientemente solventes como para mantener las temperaturas a raya en los momentos en los que el equipo está trabajando a pleno rendimiento y, por tanto, generando una gran cantidad de calor.

Por último, componentes como la fuente de alimentación (prestando atención a su potencia, calidad y certificación) o añadidos como iluminación RGB, pueden resultar puntos diferenciales para los usuarios, haciendo que terminen de decantarse (o no) por ellos. Y ahora sí, vamos a ver algunos de los mejores ordenadores gaming ya montados que nos ofrecen tiendas especializadas como Coolmod.

CoolPC Gamer III

Comenzamos con un económico PC gaming que Coolmod nos deja por sólo 699,95 euros. Un preciazo si atendemos a su hardware, que nos permitirá jugar cómodamente a 1080p durante una buena temporada. Este modelo viene con una NVIDIA GeForce RTX 3060 8 GB GDDR6, un procesador AMD Ryzen 5 3600, 16 GB de memoria RAM y un SSD de 480 GB que siempre podemos ampliar nosotros mismos más adelante. Todo ello, dentro de una semitorre MSI bien refrigerada y repleta de RGB.

CoolPC Gamer VI

Seguimos con esta alternativa full AMD, a un precio de 899,95 euros. Este PC de Coolmod cuenta con CPU y GPU de este fabricante: el Ryzen 9 3900 y la Radeon RX 6700 10 GB. Una combinación coronada por 16 GB de memoria RAM y 1 TB de almacenamiento SSD NVMe. Es decir: potencia para ir holgados durante años jugando a Full HD e incluso pudiendo dar el salto al 1440p sin tener que realizar demasiadas concesiones. Un caramelito a este precio.

CoolPC Gamer XIII

Superamos la barrera de los mil euros con un señor PC gaming, como es este Gamer XIII de Coolmod. Tiene un precio de 1.299,95 euros y en él comenzamos a ver ciertos componentes de mayor potencia, respecto a los dos modelos anteriores. Concretamente, cuenta con una tarjeta gráfica AMD Radeon RX 6799 XT 12 GB, ideal para 1440p, un procesador Intel Core i5-12600KF, sube la apuesta hasta los 32 GB de memoria RAM y mantiene 1 TB de almacenamiento SSD NVMe. Con una semitorre blanca muy chula y repleta de RGB.

CoolPC Gamer XIV

Como penúltima opción, subimos hasta los 1.599,95 euros con este Gamer XIV. El primero de la lista que encierra una GPU de ultimísima hornada: la NVIDIA GeForce RTX 4070 12 GB. El modo más económico (a día de hoy) de hincarle el diente al DLSS 3.0 en equipos de sobremesa. Y además de esta GPU, este PC viene con el AMD Ryzen 9 3900, 32 GB de memoria RAM y, ojo, 2 TB de SSD NVMe que no necesitaremos actualizar en mucho, mucho tiempo. Si el presupuesto nos lo permite, estamos ante una opción ideal.

Gamer XV

Finalmente, y a un precio de 1.899,95 euros, Coolmod nos ofrece esta alternativa al anterior PC, bastante similar pero con algunas diferencias reseñables. Este equipo encierra la misma GPU, la NVIDIA GeForce RTX 4070 12 GB y la misma cantidad de SSD: 2 TB en forma de NVMe. Pero sus 32 GB de RAM son DDR5, a 5.200 MHz, y monta un procesador Intel Core i7-12700K de alto rendimiento. Nuevamente, con una semitorre muy chula, bien refrigerada y con un diseño llamativo.