Nunca pensé que una historia de terror en scroll lateral podría gustarme —y asustarme— tanto, pero con The Coma descubrí que el miedo se puede manifestar y expresar de muy diversas. Todo comenzó hará unos pocos años. Tiempo ha, tuve la suerte de encontrarme, casi por casualidad, con un estudio del que nunca había oído hablar: Devespresso Games, un estudio indie. En su haber descubrí varios juegos, pero hubo uno en concreto que me llamaba la atención.
Se llamaba The Coma: Recut, la remasterización de un juego que había salido hacía solo un par de años: The Coma: Cutting Class. Asimismo, disponía de una segunda entrega, The Coma 2: Vicious Sisters. Ambos, tanto el remaster como la secuela, me llamaron mucho la atención gracias a su estilo visual, pero lo que más me sorprendió era que tenían una valoración muy positiva en Steam. De eso ha pasado un tiempo, pero hoy día siguen disponiendo de una valoración positiva del 86%, para el primer juego, y del 96% con el segundo.
La saga The Coma funciona tan bien que da igual el orden en el que la juegues
Las cifras, sin duda, son muy altas, aunque tiene el 'defecto' de ser un juego desconocido. Y digo defecto por no decir que es una pena, pues creo que ambos juegos se merecen mucho más. Sobre todo cuando tenemos en cuenta que la historia está tan bien diseñada como para que ambos títulos puedan funcionar perfectamente tanto de manera individual como continuada. Es decir, que podemos disfrutar de la segunda parte —la mejor— sin haber probado la primera, y viceversa.
Algo especialmente curioso si tenemos en cuenta que la protagonista de The Coma 2 conocía al personaje principal de la primera entrega. Así pues, puedo decir sin miedo a equivocarme que el constructo narrativo es muy bueno, pero no es eso lo que hizo que me enamorase de la saga. No. Lo que hizo que me acabase declarando como fan incondicional de The Coma fue su apartado audiovisual.
De buenas a primeras, el juego parece no ofrecer nada del otro mundo. No obstante, una vez te aventuras en los pasillos del instituto de sus protagonistas y/o exploras el distrito Sehwa, te das cuenta de que los escenarios han sido diseñados de manera muy inteligente. Aparte, son tremendamente bonitos dentro de lo grotesco y lo siniestro. Aparte, tienen mucha personalidad, y eso es algo que me encanta.
Cuando el arte y la narrativa funcionan, todo lo demás va solo
Ahí no acaba la cosa, por supuesto. Si os soy completamente sincero, nunca me han gustado demasiado los juegos de terror. ¿Por qué? Pues porque lo paso muy, muy mal. The Coma no fue la excepción con ninguna de sus entregas, pero aun así fui incapaz de despegarme de la pantalla. Bien acompañado de una banda sonora realmente buena, me dejé llevar por la sensación de peligro.
Algo especialmente complejo si tenemos en cuenta que el juego se desarrolla en un universo en 2D con desplazamientos laterales. Es decir, que los scare jump no tienen tantas opciones como en otros juegos de terror convencional. Aquí las opciones son mucho más limitadas, pero aun así consigue hacer que lo pasemos realmente mal.
Es por todo esto, y mucho más en realidad, que The Coma: Recut y The Coma 2: Vicious Sisters me parecen tan buenos juegos. Si no los habéis probado, os lo recomiendo encarecidamente. No obstante, lo haré de forma extraña. Yo probé primero el segundo juego y luego hice lo propio con el primero, lo cual hizo que Vicious Sisters me gustase todavía más. Así pues, mi recomendación no es que los juguéis al revés, sino que optéis por el que más os llame la atención, siempre teniendo en cuenta que funcionan mejor en su conjunto.
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