Recuerdo como si fuera ayer cuando jugué por primera vez a Vampire: The Masquerade - Bloodlines. El clásico de Troika es una experiencia... complicada, y es que se notan las costuras de un ciclo de desarrollo desastroso, pero es imposible negar su calidad. Dos de las cosas que hicieron que este título fuese especial para mí son dos de sus clanes: los Malkavian y los Nosferatu, y ver que están ausentes en su secuela hace que me cueste verla con buenos ojos.
¿Dónde están los Malkavian y Nosferatu en Bloodlines 2?
Si no has jugado a el primer juego de Bloodlines, igual estás pensando "Bueno, solo son clanes, ¿no? Tendrán alguna diferencia mecánica y poco más", pero es que los Malkavian y Nosferatu eran más que alguna opción de diálogo diferente y cambios en las estadísticas. De hecho, eran dos clanes completamente horribles para una primera partida por lo diferente que era la experiencia jugando con ellos.
Los Malkavian son conocidos por ser "los locos" de Vampiro: La Mascarada, y con razón, pues son vampiros con grandísimos transtornos mentales permanentes. Pueden tener visiones y realizar profecías, y en Bloodlines 1 eran una de las experiencias más curiosas dentro del RPG. El juego de Troika tenía montones de particularidades para los jugadores. Gracias a sus diálogos exclusivos (como discutir con señales de Stop, hablar con televisores, o conocer de antemano sucesos futuros), la aventura era muy diferente a una partida "normal". Si a esto le sumas las voces que puedes oír en tu cabeza, e incluso la posibilidad de romper la cuarta pared, queda una experiencia claramente única.
Por otro lado, los Nosferatu son los vampiros deformes de este universo. Con una apariencia absolutamente aterradora, cuando los controlas no es recomendable que pises la calle, relegándote a transitar las alcantarillas siempre que sea posible. Si optas por ir por las calles, vas a necesitar usar sigilo y no acercarte demasiado a la gente. Además de eso, algunas misiones simplemente no están disponibles para los Nosferatu, haciendo que, de nuevo, la partida con este clan difiera radicalmente de otros clanes.
Estos dos clanes eran prueba no solo de la cantidad de contenido que tenía el primer Bloodlines, sino de que sus desarrolladores querían dar experiencias muy distintas a los jugadores, además de apostar por la rejugabilidad. El ver que a Bloodlines 2 le falta esta ambición desde el principio hace que me preocupe por el nuevo título de The Chinese Room y Paradox.
Hay esperanza, por supuesto, pues los cuatro clanes iniciales del título serán expandidos hasta llegar a 6 a través de DLC. Con dos huecos disponibles, la opción obvia es incluir, precisamente, a los Malkavians y Nosferatu ahí, pero esto viene con su propio set de problemas.
Para empezar, a no ser que el título esté desarrollado desde el principio para acomodar todas las particularidades de estos clanes, lo que podemos quedarnos es con una versión aguada de la experiencia que nos dio Troika hace ya 20 añazos. Por otro lado, si de verdad han creado los sistemas pertinentes que esperan aprovechar con los DLC, corremos el riesgo de que el título se sienta vacío de lanzamiento. Yo, personalmente, quiero que a Bloodlines 2 le vaya bien, pero no puedo evitar esta preocupado viendo la ausencia de estos dos clanes tan icónicos.
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