Diablo Immortal se ganó el recelo del público allá por 2018 cuando se presentó a bombo y platillo durante la Blizzcon al grito de "qué pasa, ¿no tenéis móviles?". Las palabras de Wyatt Cheng, director del juego, no cayeron en gracia ante una comunidad de jugadores dividida tras Diablo 3 y dudosa acerca de ver un supuesto Diablo IV alguna vez en sus ordenadores.
Ahora, el rol de Blizzard ha llegado a PC y móviles con unas opiniones mucho más favorables que aquellas hace 4 años, pero se ha topado con un nuevo problema: el de las microtransacciones. Aunque el juego no es pay to win —Blizzard está en la cuerda floja de cara al futuro del juego— un youtuber ha analizado el sistema de monetización del juego y ha dado con un detalle muy curioso y preocupante.
Bellular News, conocido por sus opiniones y documentales acerca de diferentes juegos y géneros, ha calculado cuánto cuesta subir al máximo nuestro personaje, y supera las 4 cifras. Los jugadores deben invertir cerca de 110.000 dólares estadounidenses —unos 102.613 euros— para obtener todos los objetos legendarios, especiales y mejorados al máximo de su capacidad.
Y es que si bien el sistema de looteo y mejora del juego es gratuito, con diferentes piezas de equipo dispersadas por el mundo de juego y muchas de ellas accesibles mediante la propia moneda del juego; el contenido legendario está enfocado a que el jugador prefiera pasar por caja con cualquiera de las opciones de pago externo del juego que, como en muchos títulos, llega a un máximo de 99,99 euros. Según el análisis realizado por el canal de YouTube, Diablo Immortal tiene un sistema de mejora tan enrevesado que, en condiciones normales, tardaríamos cerca de 10 años en conseguir todo el equipo del juego.
Por el momento, y como hemos comentado antes, el equipo estadounidense está en el punto de mira, ya que, al menos por el momento, este contenido casi prohibitivo no es obligatorio para disfrutar de la experiencia de juego. No obstante, la propia compañía adelantó que Diablo Immortal se alejaría completamente de ese sistema pay to win que tan mala fama han generado muchos juegos gratuitos.