Los ataques de hackers no son nada nuevos en el mundo de la tecnología y, especialmente, en el mundo empresarial. Aun así, eso no quiere decir que no se condenen estos ataques sobre todo cuando se filtran datos de usuarios y se venden al mejor postor. Ya nos hicimos eco el día 1 de marzo del ataque DDoS que sufrió NVIDIA y que vio cómo se filtraban datos importantes, e incluso el código fuente de la tecnología DLSS.
En este caso, los ojos están puestos en la Redmond, Washington, con el hackeo de los servidores de Microsoft, oficialmente confirmado por la propia compañía. Esta noticia pululó por redes sociales hace escasos dos días, pero Microsoft no se había pronunciado acerca de los daños causados por este ataque cibernético.
Microsoft ha compartido por medio de un comunicado oficial que han sido sustraídos parte del código del navegador Bing y de Cortana, la inteligencia artificial de la compañía salida del universo Halo. Según la compañía el objetivo de los hackers es "obtener acceso elevado a través de credenciales robadas que permiten el robo de datos y ataques destructivos contra una organización. Las tácticas y los objetivos indican que se trata de un actor ciberdelincuente motivado por el robo y la extorsión".
Por el momento no se sabe a cuánto ascienden los daños en propiedad intelectual, pero Microsoft adelanta que los datos de sus clientes y usuarios no corren peligro y "no parecen ser el objetivo de los piratas". Un ataque que ha servido a los de Redmond para mejorar su infraestructura de seguridad y para advertir, en el mismo comunicado, a otras compañías como IBM o Electronic Arts, empresas que parecen encontrarse también en el punto de mira.
La multinacional fundada por Bill Gates seguirá informando de la gravedad del ataque y de los datos que descubran tras este robo de archivos. El ataque a NVIDIA había puesto a la propia Microsoft contra la espada y la pared por culpa de los certificados de autenticación, y este nuevo hackeo podría generar una situación aún peor.