Más de 1300 trabajadores de Activision Blizzard piden el cese de su CEO, Bobby Kotick

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Han pasado apenas dos días desde que hablamos del caso de Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard acusado del encubrimiento de varios casos de acoso sexual, además de amenazas y malas conductas. En ese momento, ya se comentaba la postura de la junta directiva de la empresa, que apoyaba al dirigente, cosa que ocasionó un gran roce con los trabajadores. Bien, pues el tema sigue escalando.

Dentro de la compañía, al ver la negativa de la cúpula por tomar cartas en el asunto, se han ido organizando varias formas de protesta. Primero fueron huelgas, y ahora también una recogida de firmas para mostrar el descontento de los empleados con esta situación. La cifra, en el momento de publicación de este artículo, es de 1337 personas. Por ponerlo en perspectiva, en 2020, la empresa tenía 9500 asalariados en plantilla.

Es muy importante destacar que esto no es una mera petición de esas que vemos constantemente por internet, sino que es una exigencia formal por parte de los trabajadores. En el documento, podemos ver el nombre, puesto y lugar de trabajo de cada una de las personas que buscan que se cese al ejecutivo norteamericano.

Las reacciones en la industria no se han hecho esperar. Por un lado, Jim Ryan, presidente de PlayStation, recriminó la manera en la que se estaba abordando la situación. Mientras tanto, Phil Spencer, de Xbox, fue más tajante y afirmó que desde su marca están repensándose la relación con la editora y desarrolladora. Además de eso, un grupo de accionistas (minoritario, todo sea dicho) tardó poco en pronunciarse y decir que Kotick debería ser cesado cuanto antes.

Incluso con todas estas presiones a varias bandas, el empresario sigue al mando de la compañía, sitio en el que lleva desde 1991. Teniendo una posición muy afianzada y estando directamente ligado al gran éxito que ha tenido el conglomerado en las últimas décadas, su figura tiene muchísimo peso. Desde luego, pese a esto, la situación no es sostenible, y esta debacle tendrá que llegar a su fin, de una manera u otra, pronto.

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