Aunque han pasado muchos años, la compra de Gears of War por parte de Microsoft aún pesa en muchos. Si bien el primer juego de la nueva trilogía, firmado por The Coalition y bajo el nombre de Gears of War 4 supuso un buen comienzo, esa testosterona previa y enardecida por Cliff Bleszinski pasó a un segundo plano. Hoy sabemos que el padre de la licencia pensó en una cuarta entrega en primera persona.
Cliff Bleszinski no ha tenido muy buena suerte en el mundo del videojuego después de Gears of War. Tras la tercera entrega de Marcus Fenix y compañía, el estadounidense firmó un poco halagüeño LawBreakers, para luego saltar a un battle royale al uso bajo el nombre de Radical Heights. No obstante, y antes de la compra de la IP por Microsoft, el diseñador barajó modificar Gears of War hasta convertirlo en un FPS, algo ajeno y contrario a lo que habían conseguido los juegos anteriores.
Así lo recoge el portal VGC, quien adelanta que Bleszinski estaba considerando "apostar por la en primera persona". "¿Puedes imaginarte sacando una motosierra para matar a un Locust en primera persona?", continúa el creativo para el podcast de XboxEra, asumiendo lo absolutamente loco que sería presenciar la bestialidad del universo Gears en primera persona.
Según lo comenta, todo parece indicar que esa cuarta entrega comenzó a dar sus pasos, pero todo acabó en nada cuando Cliff Bleszinski abandonó Epic Games en 2o12, poco después del lanzamiento de Gears of War 3. De hecho, y aunque el siguiente juego cayó en People Can Fly apenas 1 año después de su salida, no mantuvieron ningún concepto de la entrega original, por lo que nunca veremos aquel Gears of War en primera persona.
Aun así, la esencia de la saga siempre estuvo en la cámara al hombro. El propio Bleszinski creó escuela en base a otros juegos como Kill Switch, del que rescató su sistema de coberturas, para inspirar futuros lanzamientos como Uncharted. Eso sí, lo que sabemos es que Bleszinski está tan lejos de la saga hoy en día como nosotros de probar Gears 6, aún en desarrollo y con mucho trabajo por delante.