He jugado a OlliOlli World, un juego de skate tan adictivo como los de Tony Hawk con un encanto indie único

He jugado a OlliOlli World, un juego de skate tan adictivo como los de Tony Hawk con un encanto indie único

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Olli Olli World análisis

No es la primera vez que el mundo del skate es reflejado en un videojuego. Títulos como Skate, Tony Hawk's Pro Skater o Session son sólo algunos de los ejemplos que trataban de acercar este deporte urbano a un público mainstream. Tampoco es la primera vez que llega una nueva entrega de OlliOlli desde que en 2014, Roll7 propusiera una nueva fórmula en 2D con desplazamiento lateral. Sin embargo, pocas veces se ha hecho de una manera tan creativa y singular como con OlliOlli World.

Esta entrega, que llegará el 8 de febrero, no sólo supone una rotura estética con su propia saga en lo que a mí respecta una espectacularidad, sino que también sabe cómo mantenerte delante de la pantalla superando obstáculos intento tras intento en una muestra de tenacidad que yo al menos desconocía. Y no, no es necesario saber patinar o conocer el nombre de los trucos para disfrutar de esta experiencia. OlliOlli World es frenetismo en estado puro apto para todos aquellos que busquen retos.

Conviértete en una eminencia del skate

Lo primero que haremos al comenzar el juego, es personalizar a nuestro personaje como más nos guste. Esto es posible gracias a las múltiples opciones del editor pudiendo cambiar el color de pelo, la ropa, la cara, la tabla de patinar e incluso los gestos. Estos cosméticos se desbloquearán conforme cumplamos objetivos y misiones siendo un aliciente para cumplir todos los niveles a la perfección.

OlliOlli World Impresiones

Una vez con el protagonista preparado, descubriremos que nos encontramos en Radland, una tierra gobernada por los cinco dioses del skate. Nuestro objetivo será alcanzar el "Gnarvana" (referencia al Nirvana) con la ayuda de otros patinadores que iremos conociendo. Personalmente, me ha sorprendido lo detallada que está la historia, ya que pensaba que sería meramente contextual y, sin embargo, al inicio del casi centenar de niveles se nos da nueva información o se nos presentan varios personajes muy dispares entre sí, todo ello con muchas dosis de humor.

Análisis de OlliOlli World

También me ha sorprendido que, pese a todas las licencias fantásticas, hay cierta fidelidad al mundo del skate respecto a nombres, movimientos de la tabla al hacer los trucos o incluso posturas del propio patinador que tantas veces he visto en amigos o en mí misma. No es un juego pensado para ser realista sino más bien espectacular, pero cuenta con ciertos guiños como la manera de caer el truco en el suelo para no lastimarse las rodillas por ejemplo que me ha parecido muy gracioso de ver, ya que conozco de primera mano personas que sufren de este problema por el patinaje.

Cuando hablamos de skate, lo que nos suele venir a la mente es un entorno urbano: skateparks, grafitis y moda alternativa en una gran ciudad. Y en cierto modo es cierto, pero OlliOlli World decide dar un enfoque nuevo a esta disciplina y, gracias al arte de Germán Reina Carmona, plantear un mundo onírico, lleno de color y encanto con toques de cellshading que recuerda a Jet Set Radio. Es como meterse en el mundo de Steven Universe y ponerse a patinar: va a ser una experiencia única. Como guiño, diré que me ha parecido ver alguna referencia a Gravity Falls bastante gamberra.

OlliOlli World

Lo interesante es que esta ruptura no sólo viene dada para con el estilo skater, sino también con la propia saga. Si bien las entregas anteriores se caracterizaban por escenarios 2D pixel-art, aquí se hace lo contrario y además, se apuesta por el 2.5D aportando mucho más dinamismo a los niveles.  Esto permite que elementos como los saltos en rampa tengan profundidad o se pueda elegir entre dos caminos habiendo siempre un carril más difícil que el otro para los que no tengan suficiente con la dificultad estándar.

Eso sí, el propio juego no sólo avisa de que es súper rápido sino que además es necesario utilizar un mando obligatoriamente. Aunque me hubiera encantado entrar en una especie de dificultad hardcore con el teclado, lo cierto es que ya de por sí tiene sus buenas dosis de reto y por la propia manera de hacer los trucos sería imposible si no fuera con el joystick.

Encontramos una variedad amplia de trucos, entre los que diferenciamos como trucos complejos y sencillos. Los más accesibles se pueden hacer pulsando sólo un botón, pero para hacer un Front Shove por ejemplo necesitamos hacer un movimiento específico de joystick y así con cada uno de ellos. Por suerte, el juego nos da libertad a la hora de probar movimientos, pero suele guiar al jugador y poner niveles muy específicos para que este aprenda las mecánicas. Por ejemplo, cada zona de Radland se caracteriza por el predominio de un elemento concreto, ya sean rampas, grindeo, puros trucos o todo a la vez. En mi caso, superar la zona de los wallrides ha sido un suplicio.

OlliOlli

Lo bueno que tiene OlliOlli World es que la dificultad reside en asimilar los controles y aplicarlos en un tiempo muy corto de tiempo. Una vez que has interiorizado cada movimiento, la experiencia es como montar en una montaña rusa. Por ello, considero que las primeras zonas van a ser las más complicadas y no al revés. Esto es como cuando te enfrentas por primera vez a Genichiro en Sekiro: cuesta muchísimo, pero luego has asimilado tanto los movimientos que el combate parece una danza. Pues lo mismo.

Pasarse la historia principal depende mucho de la habilidad del jugador, pero está cerca de las 5 o 6 horas aproximadamente. A eso hay que sumarle luego mucho contenido secundario, retos muy concretos dentro de cada nivel y los desafíos de Mike que son niveles que ponen a prueba toda nuestra habilidad de manera que la experiencia es mucho más extensa de lo que en un inicio puede parecer. Y spoiler: vais a querer completar al máximo posible el juego, porque la jugabilidad es tan adictiva y te atrapa tanto que cada vez más vas a buscar esa dosis de estimulación en los niveles más difíciles. Por si fuera poco, en el apartado Maestría podemos ver una serie de logros a completar dividido por zonas por si queremos más motivación todavía.

Vamos a morir mil veces, pero por suerte los tiempos de carga son casi inexistentes pudiendo reiniciar incluso el nivel automáticamente si consideramos que hemos fallado en algo o nuestra puntuación no es suficiente. Esto aporta fluidez y no corta el ritmo de velocidad que se quiere transmitir en todo momento. La música también aporta su granito de arena, de hecho, contamos con un reproductor de temas que podemos cambiar a nuestro gusto en cualquier momento. Encontramos desde temas lo-fi hasta otros mucho más acelerados y electrónicos como Cotton Claw.

OlliOlli

Por otra parte, los controles funcionan a las mil maravillas con una respuesta automática por parte del personaje. Lo único que he encontrado como hecho aislado ha sido que en las zonas más avanzadas de la historia el juego ha cambiado de idioma repentinamente de español a inglés y no me dejaba entrar en los niveles.  Sin embargo, con un reinicio se soluciona fácil.

Conclusiones de OlliOlli World

OlliOlli World es en definitiva una entrega que supera en calidad a sus predecesoras y una apuesta tan arriesgada como exitosa a mi parecer. Es recomendable para todo tipo de públicos, ya que los pequeños van a encontrar un desafío y los más mayores un buen puñado de diversión. Gracias al cuidado de sus detalles y a su estupenda presentación, pasas las horas dentro del juego sin darte cuenta siendo un virtuoso de la tabla. Con esta entrega se percibe una nueva personalidad única que convierte el juego en algo muy especial que merece la pena ser probado te guste el skate o no.

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