¿Merece la pena comprar una tarjeta gráfica Intel ARC en vez de una NVIDIA RTX 30 o 40?

Intel Arc
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Las tarjetas gráficas de Intel, conocidas como ARC, por fin están viendo la luz y pronto llegarán a las estanterías de nuestras tiendas favoritas. Tras un periodo de escasez de componentes y una gran inflación de precios, la llegada de un nuevo competidor al mercado de las GPU siempre es bienvenido. Intel no lo ha tenido fácil, pero sus tarjetas dedicadas ya son una realidad. Pero, ¿qué podemos esperar de esta incorporación al mercado?

Hasta ahora, lo que sabíamos de las ARC era lo que nos había enseñado el equipo azul. Con capacidades para trazado de rayos y un rendimiento que, en sus dos modelos iniciales, busca pelearse con la RTX 3060 de NVIDIA, la apuesta de Intel por las gráficas quiere apuntar a la gama media como base de partida.

Eso sí, como consumidores, siempre es mejor esperar a ver las reseñas independientes que fiarnos al dedillo de todo lo que dicen los fabricantes. Ahora que se ha levantado el embargo de reviews para estas nuevas tarjetas gráficas, tenemos una pregunta muy importante en mente: ¿merece la pena comprar una de estas GPUs en vez de optar por una RTX 3060, su equivalente en RTX 40 o una AMD RX 6600 XT?

Una situación compleja

Pues bien, resulta que la situación es más complicada que decir "Estas gráficas son buenas" o "Estas tarjetas no sirven para nada". Lo nuevo de la fabricante de procesadores tiene dos objetivos claros en los que ha fijado toda su atención: la gama media del equipo verde y los videojuegos modernos y más actuales. Lamentablemente, esto último es, de momento, un arma de doble filo.

Desde ayer, he estado viendo las reseñas de medios especializados, como pueden ser TechPowerUp, Gamers Nexus o LinusTechTips, y los resultados que han estado publicando sobre las ARC A750 y A770 son... complicados. Por un lado, hay mucho que apreciar de una tarjeta gráfica más barata que la RTX 3060 que generalmente puede hacerle frente a nivel de rendimiento, siempre y cuando las condiciones sean las correctas. Pero, ¿qué significa esto?

Rendimiento de las Intel ARC fuera de DX12

Haciendo alusión a lo que yo mismo dije antes, Intel ha decidido que repartir sus recursos de manera equitativa a lo largo y ancho del panorama de gaming actual iba a resultar en una tarjeta gráfica que no fuese ideal para jugar a nada. Con esto en mente, las A750 y A770 sacan todo su potencial a relucir en los videojuegos que utilizan DirectX 12, dejando de lado casi completamente a los videojuegos más antiguos. Esto puede parecer algo inconsecuente para quienes no estén interesados en lo retro, pero hay un grupo de títulos que se van a ver afectados y son muy importantes en el panorama pecero.

Muchos títulos populares de PC utilizan solo DirectX 9 u 11

Si atendemos a la información que comparte Steam sobre los videojuegos más populares de la plataforma, vamos a ver que muchos de los títulos más jugados utilizan solo DX9 u 11, y no han dado aún el salto a su 12ª versión. Títulos como Counter-Strike: Global Offensive, Dota 2, Apex Legends, Lost Ark o Grand Theft Auto V ven su rendimiento enormemente reducido en comparación con la competencia. Fuera de los reinos de Valve, también tenemos grandísimos títulos de PC, como World of Warcraft, Final Fantasy XIV, League of Legends, Overwatch 2 o Valorant son otros de los grandes reyes de nuestra plataforma que no utilizan la última versión de DirectX.

Todo depende de tus necesidades y circunstancias

Intel Arc

Esto no significa que las ARC no vayan a darte tasas de frames aceptables en estos títulos, pero sí que (sobre todo en ambientes competitivos) te ponen en desventaja si comparas tu hipotético equipo Intel con uno que porte GPU de NVIDIA o AMD. Por otro lado, si lo que buscas es poder disfrutar de estrenos, estás ante una gráfica bastante sólida que varía entre quedarse un poco por detrás de la 3060, estar a la par o incluso superarla, dependiendo del videojuego.

Por otro lado, también hay que pensar en el requisito "oculto" (entre muchas comillas) de las Intel ARC. El uso de SAM y ReBAR obliga a quien quiera usar una GPU de Intel a tener, como poco, un procesador del equipo azul de 10ª generación o un AMD del modelo 3000 (exceptuando los 3400G y 3200G). Esto pone un matiz complejo a la adopción de las ARC: los jugadores que busquen estas primeras GPU, que seguramente lo hagan por su precio, deben tener un hardware relativamente actual para utilizarlo.

Un proyecto interesante, pero que necesita madurar

Ahora mismo, Intel es un "quizás"

En definitiva, el comienzo del viaje de Intel es difícil de medir y va a ser muy personal. Tienes que pensar en el hardware que tienes y el tipo de videojuegos que son prioritarios para ti. El consenso (al cual yo me sumo), es que estamos ante un proyecto que tiene mogollón de potencial, y que puede envejecer como el buen vino. Los problemas de rendimiento con DX vienen por parte de sus controladores y, como todo buen software, puede ser mejorado si y actualizado si se trabaja en ello. Tengo bastante fe en que el equipo azul se volcará en esto una vez se hayan establecido del todo en los títulos actuales, pero no sabría decirte cuándo.

Siendo, en principio, las tarjetas gráficas en este tramo de precio y rendimiento más asequibles, confío en que van a tener su propio público y que, viendo que hay un mercado que conquistar aún, no abandonarán a ARC. La clave está en pelear a dos bandas: el equipo azul necesita mejorar la experiencia presente y empezar a caminar hacia el futuro a la vez. Si consiguen esto, puede que en unos años tengamos más competencia a la altura en el panorama de las GPUs. Ahora mismo, Intel es un "quizás".

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