World of Warcraft ha tenido que actualizarse de forma obligatoria. Era necesario para que un juego así evolucione y consiga nada menos que 2 décadas de éxito y una comunidad dedicada. El WoW original ya no existe en sí, y el cambio de este 2022 dejándonos completar raids con miembros de la facción contraria marcó cierta transición, pero será algo capital en Dragonflight.
Con la nueva expansión del MMO prevista para el próximo 28 de noviembre y con las raids fechadas 3 semanas más tarde, en diciembre, la compañía estadounidense ha confirmado que la primera incursión de la expansión unirá a la Alianza y la Horda. Ésta, que llegará bajo el nombre de la Bóveda de los Encarnados, buscará que volvamos a unir fuerzas.
Esta función, que se denominó dentro de Blizzard como facción cruzada donde independientemente del grupo al que pertenezcas, podrás unirte a un escuadrón con gente de todas partes. Un "sin límites" que aterrizó con el parche 9.2.5, nos ofreció esta posibilidad no solo con incursiones, sino también con carreras de Torghast, mazmorras y RBG.
Ahora, con la primera misión ya planeada para Dragonflight, en la compañía estadounidense buscarán seguir "presionando" a su comunidad para que den el salto a esta función con aún más contenido de facciones cruzadas. El 12 de diciembre abrirá la raid con las dificultades Normal, Heroica y Mítica para Vault of the Incarnates o Bóveda de los Encarnados. Junto a esto, la dificultad Mythic+ y la Temporada 1 del modo PVP comenzarán ese mismo día.
Una adición que hizo arquear la ceja a más de uno ante una mecánica de juego que llevaba en el MMO desde el primer día. No es solo eso, sino que la diferenciación entre Horda y Alianza tiene raíces muy profundas en su narrativa, por lo que hablamos de un añadido (en lugar de cambio) que no agradó a todo el mundo.