Monitores para jugar: ¿cuál es mejor comprar? Consejos y recomendaciones

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Por todos es sabido que el monitor es uno de los periféricos más importantes, si no el que más, en lo que a jugar se refiere. Porque de nada nos sirve contar con el portátil o equipo de sobremesa gaming más potente del mercado si luego nuestra pantalla no está a la altura; en tal caso, probablemente desaprovecharemos gran parte del potencial que nos ofrece el ordenador.

Porque sí, otros periféricos también son de vital importancia: teclado, ratón, auriculares, micrófono y un largo etcétera. Pero por regla general todos ellos resultan más económicos que un buen monitor gaming, de modo que si más adelante nos cansamos o queremos dar un salto de calidad, suponen un gasto más fácil de asumir.

Cuando hablamos del monitor, no obstante, la cosa cambia. Y esto es porque se trata de un periférico que suele durar más tiempo y que aprovechamos durante años. De modo que se hace especialmente importante adquirir un modelo adecuado para que no se nos quede corto o demasiado top en relación al resto de nuestro equipo para jugar.

Así, ya sea porque queremos sustituir nuestro monitor actual o porque necesitamos uno para acompañar a nuestro recién estrenado ordenador gaming, es necesario tener en cuenta una serie de aspectos para que la compra que hagamos se ajuste lo máximo posible a lo que vamos buscando, necesitamos o podemos gastarnos. De modo que vamos a ver cuáles son dichos aspectos para, posteriormente, conocer una selección de monitores ideales para jugar.

Monitores gaming: ¿qué aspectos debemos tener en cuenta?

Bien, si en lo que respecta a otros periféricos puede llegar a valernos con cualquier modelo a poco que sea medianamente gaming, no ocurre igual con los monitores. Estos son muy diferentes entre sí y cuentan con una serie de especificaciones que hacen que varíen enormemente y que sus precios vayan desde unas pocas decenas de euros hasta más de 1.000. Por lo que, como decimos, resulta indispensable conocer bien todas y cada unas de las características que incluyen, muchas de las cuales están específicamente pensadas para jugar.

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Tamaño y resolución: más grande no es siempre mejor

Como sucede con las televisiones, uno de los aspectos más importantes de un monitor, ya sea gaming o no, es su tamaño. Dependiendo de la distancia a la que nos situemos para jugar, algunos modelos se nos pueden quedar cortos y otros largos. Así que hay que buscar el equilibrio para que nos sintamos cómodos durante nuestras sesiones gaming.

En el mercado de los monitores existen varios estándares. Y aunque hay unidades concretas con diagonales más específicas, habitualmente encontramos cuatro tramos en relación al tamaño: hasta 24 pulgadas, entre 24 y 27, entre 27 y 32 y más de 32. Decantarse por un tamaño u otro depende enormemente de cada usuario, de sus gustos y circunstancias. Pero para que nos hagamos una idea, las 24 pulgadas es el tamaño que se suele recomendar para jugar a títulos competitivos y e-sports. Y los de 27 o más para el resto de juegos (lo que no quita que también podamos competir en ellos).

De la mano de esto va la resolución. Al igual que con el tamaño, existen tres grandes tipos de monitores: 1080p (Full HD), 1440p (mal llamado 2K) y 2160p (Ultra HD o 4K). Y aquí hay que tener en cuenta ciertos aspectos adicionales. Por un lado, a mayor resolución, más potencia gráfica necesitaremos. Es decir, que para mover el juego que sea a cierta tasa de fotogramas por segundo, no es lo mismo hacerlo a Full HD que a 4K. De modo que dependiendo del tipo de PC con que contemos y la potencia que nos brinde, deberíamos ir a por una resolución o por otra.

En este sentido, las recientes gráficas de NVIDIA y AMD, las cuales son actualmente realmente complicado conseguir, en sus gamas altas apuestan por el 4K. Así que si contamos con una de ellas, un monitor 4K sería una compra perfecta. Pero si nuestra GPU es más antigua o de gamas más bajas lo más inteligente es plantarse en 1080p o, como mucho, en 1440p.

Y la resolución, además de jugar un papel fundamental respecto a la potencia de nuestro equipo, también lo hace en relación al tamaño de pantalla. ¿Por qué? Por lo que se conoce como densidad de píxeles por pulgada. Nos referimos a que cuanto mayor sea una pantalla, más grande debe ser su resolución para que mantenga una misma nitidez. Y aunque esto es algo que varía también bastante según los gustos de cada cual y la exigencia visual de cada jugador, lo ideal es no pasar de 24" para Full HD, 27" para 1440p y 32" para 2160.

Tipos de paneles: TN, VA e IPS

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Cuando nos enfrentamos a la compra de un monitor gaming, tarde o temprano nos topamos con la pregunta: ¿qué tecnología elijo? ¿TN, VA o IPS? La respuesta corta es que vale con cualquiera para jugar. Y la larga es que depende de lo que vayamos buscando y del tipo de jugador que seamos. Porque todas ellas tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Y no son ni mejores ni peores; son diferentes.

Por una parte tenemos la tecnología TN. Generalmente más barata, se caracteriza por unos tiempos de respuesta rapidísimos, altas tasas de refresco a cambio de peores ángulos de visión y representación de colores. Son los más recomendados para e-sportes, sector en el que el rendimiento prima sobre la calidad visual.

En el otro extremo se sitúan los paneles IPS. Estos son de los más caros gracias a unos colores muy vivos, los mejores ángulos de visión y unos cada vez mejores tasas de refresco y tiempos de actualización. Si vamos a jugar exclusivamente a títulos de un jugador, de esos triple A que tan atractivos resultan para los ojos, sin duda un panel IPS es una excelente opción.

Y a caballo entre ambas tecnologías se sitúan los paneles VA. Estos están bastante equilibrados entre los dos que acabamos de ver, y son ideales para un uso mixto. También cuentan con buenos tiempos de respuesta y frecuencia de actualización, no son excesivamente caros, representan bien los colores y su contraste es de los mejores que existen.

Características puramente gaming: tiempo de respuesta y frecuencia de actualización, ¿qué son?

Acabamos de hacer referencia a dos aspectos: el tiempo de respuesta y la frecuencia de actualización. Y tienen un impacto vital en lo que a jugar se refiere. Pueden parecer complicados de entender, pero nada más lejos de la realidad; comprenderlos es realmente sencillo.

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El tiempo de respuesta nos habla lo que tarda cada píxel en cambiar de color, medido en milisegundos. Algo súper importante en videojuegos, ya que la cámara siempre está en movimiento mientras jugamos. Así, cuanto más se acerque el valor del tiempo de respuesta a cero, mejor será el panel en términos de velocidad. Lo bueno es que los fabricantes tienen esto en cuenta y la mayoría de monitores gaming cuentan con unos tiempos de respuesta de 5 ms o menos; cifras que nos permiten jugar sin ningún problema tanto a competitivo como a cualquier otro género.

Y la frecuencia de actualización, por su parte, se refiere a la cantidad máxima de fotogramas por segundo que es capaz de mostrar el monitor. Los videojuegos (y el cine, y las series...), al tratarse de imágenes en movimiento, cuentan con una serie de fotogramas por segundo. Lo que en el caso del gaming, cuanto mayor sea, mejor. Y el monitor es capaz de representar hasta un máximo de esos FPS, aunque nuestra gráfica sea capaz de ofrecernos muchos más.

Medido en hercios (Hz), lo habitual es encontrarnos con monitores de 60, 75, 120, 144, 165, 240, 360 Hz e incluso más. A mayor tasa de refresco precio más alto, claro está. Aunque no es necesario ir a por el mayor de todos; basta con encontrar un equilibrio entre nuestra potencia gráfica y los hercios que necesitemos. Aunque en este sentido, los 144 Hz es el estándar más extendido a día de hoy ya que ofrece un gran desempeño en todo tipo de juegos y un coste comedido.

Más características gaming: la frecuencia de actualización variable, ¿G-Sync o FreeSync?

Otro aspecto fundamental cuando hablamos de monitores para jugar pasa por el tipo de tecnología de tasa de actualización variable con que cuente, porque prácticamente todos los modelos con el sobrenombre "gaming" ya la incluyen. Esta se refiere a la capacidad de los monitores para adaptar, en tiempo real, sus hercios para sincronizarlos con los FPS a los que se está moviendo el juego.

Como resultado, esta tecnología permite evitar los cortes de la imagen que conocemos como tearing (que históricamente se ha solventado usando la Sincronización vertical o V-Sync), algo tremendamente molesto que todos los jugadores de PC conocemos. Pero no todas estas tecnologías son iguales, sino que existen dos grandes tipos dentro de los monitores para jugar: G-Sync, de NVIDIA y FreeSync, de AMD.

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En esencia son lo mismo, pero el hecho de que tengan detrás a dos fabricantes opuestos hace que no podamos usar siempre la que queramos. Nos referimos a que FreeSync es compatible con un mayor número de tarjetas gráficas, independientemente de que pertenezcan a NVIDIA o a AMD. Pero G-Sync, sin embargo, no sólo está presente en un menor número de monitores, sino que es más "exclusivo", funciona sólo con gráficas de NVIDIA y es una tecnología más cara. Lo que se traduce en un mayor coste de los monitores que se decantan por ella.

Otros aspectos a tener en cuenta: HDR, relación de aspecto, curvatura y cómo no... RGB

Finalmente, y antes de pasar a ver esos monitores tan interesantes, no nos debemos olvidar de otros tantos aspectos. Aspectos que si bien no resultan tan importantes como los anteriores, juegan también su papel en la experiencia final que obtengamos con nuestro monitor.

Entre ellos encontramos el HDR (Alto Rango Dinámico, en castellano). Esta tecnología, presente sobre todo en televisiones, es capaz de conseguir unos negros más profundos y unos blancos más claros en escenas donde existe mucha diferencia de luminosidad. Lo que se traduce en una imagen más viva y atractiva. Algo que se agrade a la hora de jugar, por supuesto.

También es importante mencionar la relación de aspecto. O, dicho de otro modo, cómo de alargado es un monitor. Lo más habitual es encontrar modelos en 16:9, como sucede con las televisiones, ya que prácticamente todo el contenido que tenemos al alcance hoy en día viene en dicha relación de aspecto. Aunque en los últimos tiempos no dejan de proliferar los monitores panorámicos o ultrapanorámicos (ultrawide), que con una relación de 21:9 e incluso más resultan mucho más alargados, ofreciéndonos una experiencia similar a la que obtendríamos con dos o más monitores de 16:9.

De la mano de esto va la curvatura (o ausencia de la misma) de los monitores. Estamos acostumbrados a ver monitores planos. Pero cada vez más hay modelos curvos, que adquieren un mayor sentido cuanto mayor sea la relación de aspecto. Principalmente, gracias a que ayudan a una mayor inmersión y a no necesitar girar tanto la cabeza a izquierda y derecha si nos situamos cerca de nuestro monitor.

Finalmente, y como no podía ser de otra manera, también debemos valorar si queremos RGB o no. Estamos hablando de monitores gaming y al fin y al cabo, y ya sabemos que gran parte de los productos con este apellido incluyen lucecitas de colores. Este no es más que un añadido puramente estético y que no aporta más que ese toque de iluminación que buscamos en los setups gaming. Así que decantarnos o no por el RGB dependerá, una vez más, de los gustos de cada cual.

MSI Optix G241

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El primero de la lista es este monitor de MSI: el Optix G241. Tiene un precio bastante comedido de 179 euros para las prestaciones con que cuenta y es una de las mejores opciones para quien quiera gastarse lo mínimo posible. Incorpora un panel IPS de 24" con resolución Full HD, una frecuencia de actualización de 144 Hz, 1 ms de tiempo de respuesta, FreeSync de AMD y un ratio de 16:9.

MSI Optix G241 - Monitor Gaming de 24" FullHD 144Hz (1920 x 1080p, Panel IPS, ratio 16:9, brillo 250nits,1 ms de respuesta, AMD FreeSync) Negro

LG LG 29UM69G-B

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Por un precio bastante similar tenemos este otro monitor, esta vez de la conocida firma LG. Cuesta 189 euros y es de los conocidos como ultrawide; cuenta con ratio de 21:9, lo que ofrece un 32% más de espacio en pantalla que los monitores 16:9. Su resolución es de 2.560 x 1.080 (un Full HD con píxeles extra para rellenar ese espacio adicional), emplea la tecnología IPS y tiene 75 Hz y 5 milisegundos.

LG LG 29UM69G-B- Monitor Gaming de 29" WFullHD (2560x1080, IPS LED, 21:9, HDMI x1, DisplayPort x1, USB, 5ms, 75Hz, ultrawide, antireflejo), negro

Acer ED270RPbiipx

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Rozando la cifra de los 200 euros se encuentra este Acer de 27 pulgadas. Cuesta 199 euros, un precio interesante al tratarse de un monitor de 165 Hz con una resolución 1080p. Además, monta un panel curvo con tecnología VA, con un tiempo de respuesta de 5 milisegundos y AMD FreeSync.

Acer ED270RPbiipx - Monitor Gaming Curvo de 27" Full HD 165Hz (69 cm, 1920x1080, Pantalla VA LED, 1500R, ZeroFrame y FreeSync, 5ms, 250nits, 2xHDMI, DP AudioOut, EcoDisplay) - Color Plata

LG 29WL50S-B

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Por un poco más, 209,90 euros, encontramos este otro LG. En este caso, otro monitor ultrapanorámico. Monta un panel IPS con resolución 2.560 x 1.080, 5 milisegundos, 75 Hz y 29 pulgadas. Además, cuenta con HDR 10 y FreeSync de AMD, lo que lo hace ideal para títulos de un jugador.

LG 29WL50S-B - Monitor de 73,66 cm (29"), 21:9 UltraWide(TM) Full HD IPS (AMD Radeon FreeSync, HDR 10, Modo AN, Maxxaudio, función multitarea), Color Negro

ASUS VG278QR

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Encontramos el primer monitor de la lista compatible oficialmente con NVIDIA G-Sync, algo que puede no ser de gran importancia para muchos usuarios pero vital para otros. Con un precio de 239 euros, este Asus de 27 pulgadas, con resolución Full HD, 165 Hz y un tiempo de respuesta capaz de alcanzar los 0,5 milisegundos.

ASUS VG278QR - Monitor de Gaming de 27" (Full-HD 1920x1080, 0.5ms, hasta 165Hz, HDMI, D-Sub, Super Narrow Bezel, FreeSync, Low Blue Light, Flicker Free) color Negro

BenQ MOBIUZ EX2710

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Seguimos con este monitor gaming del fabricante BenQ, el cual podemos llevarnos a casa por 279 euros. Se trata de un modelo de 27 pulgadas con resolución Full HD, 144 Hz, 1 milisegundo de tiempo de respuesta y tecnología IPS. Además, cuenta con AMD FreeSync Premium y altavoces integrados.

BenQ MOBIUZ EX2710 - Monitor Gaming de 27" FullHD (1920x1080, 1ms, 144Hz, IPS, AMD Freesync Premium, compatible con PS5/Xbox x) - Gris Oscuro

MSI Optix MAG272CQR

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Pasamos a un monitor, ahora sí, que deja de lado el 1080p para entrar de lleno en el sector del 1440p; una resolución que poco a poco se va estandarizando en lo que a jugar en PC y consolas se refiere. Con un precio de 319 euros tenemos este MSI de 27 pulgadas con panel VA, 165 Hz, 1 milisegundo y pantalla curvada. El cual, además, incorpora retroiluminación RGB en su parte trasera.

MSI Optix MAG272CQR - Monitor Gaming Curvo de 27" LED WQHD 165Hz (2560 x 1440p, ratio 16:9, Panel VA, pantalla curva 1500R, 1 ms respuesta, brillo 300 nits, Anti-glare) negro

Samsung Odyssey G5 LC32G55TQWRXEN

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Tras este nombre tan extenso y complicado se encuentra un excelente monitor de Samsung: el Odyssey G5. Tiene un precio de 349 euros y es ideal para quienes prefieran grandes diagonales de pantalla. Porque monta un panel de nada menos que 32 pulgadas con resolución 1440p, 144 Hz y 1 milisegundo de tiempo de respuesta. Todo ello empleando la tecnología VA y contando con AMD FreeSync.

SAMSUNG Monitor 32'' Gaming NO, Negro

MSI Optix MPG341CQR

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Nos acercamos al final con otro monitor de MSI. Este modelo tiene un precio de 698,99 euros y cuenta prácticamente con todo lo que se le pide a un dispositivo con el que sacarle el máximo partido a los videojuegos. Incorpora un panel curvo de 34 pulgadas con tecnología VA. Con un ratio de 21:9, 144 Hz, 1 ms de respuesta y resolución 3.440 x 1.440p. Además de retroiluminación RGB.

MSI Optix MPG341CQR - Monitor Gaming Curvo de 34" LCD UWQHD 144Hz ( 3440 X 1440p, ratio 21:9, brillo de 400nits, 1 ms de respuesta, panel VA,antiglare) negro, compatible con consolas

ASUS ROG Strix XG49VQ

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A un precio ya muy a tener en cuenta, que se acerca e incluso en ocasiones supera la barrera de los 1.000 euros, tenemos este Asus ROG Strix por 898,99 euros. Es uno de los monitores más alargados que podemos encontrar ya que cuenta con un ratio de 32:9 con 49 pulgadas. Es curvo, incorpora resolución 3.840 x 1.080p, una tasa de refresco de 144 Hz, FreeSync y HDR 400.

ASUS ROG Strix XG49VQ, Monitor Gaming Ultrapanorámico (3840 X 1080P, 144 Hz, Freesync 2 HDR, Displayhdr 400, Dci-P3. 90%, Shadow Boost), 49", Negro

Samsung LC49G93TSSUXEN Odyssey G9

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Y llegamos al final de la lista con este espectacular monitor ultrapanorámico de Samsung por, ojo, 1.558,41 euros. Poca broma. Se trata de un modelo curvo de 49 pulgadas con resolución 5.120 x 1.440p, 240 Hz, 1 milisegundo, HDR 1000 y compatible tanto con G-Sync como con FreeSync. Sin duda, un monitor para los usuarios más exigentes... y no apto para todos los bolsillos.

Samsung LC49G93TSSUXEN Odyssey G9 - Monitor curvo de 49'' DQHD (5120 x 1440p, 1 ms, 240 Hz, GSync, FreeSync Premium Pro, LED, HDR1000, 32:9, 420 cd/m², 1000R, HDMI, PBP, PIP) Blanco

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