Los Cazafantasmas vuelven con Ghostbusters: Spirits Unleashed, un videojuego multijugador asimétrico para 5 jugadores que promete ser diferente a los anteriores títulos de la marca. Con un modelo algo extraño y manido ya, pero una marca fuerte detrás, ¿consigue este título dar lo que promete? ¿Es, de verdad, una experiencia diferente o se queda simplemente en otro título de estos con una licencia pegada?
Cuando era niño, nada me atraía más que un videojuego licenciado. Las historias interactivas de marcas como Batman, Mickey Mouse, El Rey León o incluso Jungla de Cristal eran títulos a los que no podía decir que no y que pobablan de mi imaginación, pero, con el tiempo, esa llama se fue apagando. No es un secreto que en la época de la PS2 en adelante, los videojuegos licenciados fueron a peor. Si a esto le sumamos el aumento de los costes de desarrollo, con el paso de los años ver este tipo de obras se volvió cada vez más inusual.
Ahora, años más tarde este declive, lo que estamos viviendo es la vuelta de títulos con licencia en forma de obras más discretas y adaptadas a un cierto tipo de videojuego. Tal y como pasó con Evil Dead, Cazafantasmas vuelve con un multijugador asimétrico que no busca solo explorar el lado fan de sus jugadores (algo que sí pasaba con la licencia de Posesión Infernal), sino que busca traer un tipo de partidas muy concretas: las frenéticas e ideales para jugar con amigos.
Con 4 jugadores siendo cazafantasmas y uno tomando el papel de espectro, Spirits Unleashed sigue la fórmula de Evolve, aunque lo hace de manera más efectiva que el fallido título. El rol del equipo bueno es bastante autoexplicativo: utilizando sus gadgets (los cuales vas a poder ir desbloqueando a medida que juegas más y más partidas y aumentas de nivel), vas a tener que atrapar a los fantasmas antes de que estos logren su objetivo.
En el lado de los espíritus, tu cometido será asustar a la gente que está poblando esos espacios para que huyan, aumentando tu influencia sobre las localizaciones del juego, sin que los emblemáticos cazadores de espectros te atrapen. Para eso tendrás distintos poderes con tiempos de recarga que vas a poder usar tanto para fastidiar a los transeuntes como para inhabilitar a tus enemigos temporalmente. En general, jugablemente es un título divertido, que da lugar a muchas situaciones cómicas (especialmente con amigos). Aunque tiene cosas que pulir (como encontrar las grietas espectrales, uno de los objetivos de las partidas), ha conseguido darme esa experiencia diferente solo por el hecho de alejarse de las típicas campañas de adaptación cinematográfica. Y, aun así, sentí una falta jugando.
Como título multijugador, Spirits Unleashed funciona bien. A veces puede resultar un poco frustrante desde el lado de los cazafantasmas, pero por lo general me gusta la apuesta. Los prophunts siempre me han parecido divertidos, y el lado del cazador tiene una progresión y una personalización adecuada. El problema viene cuando tratamos este juego como algo de los Cazafantasmas, un nombre que lleva años entre nosotros y al cual le tenemos cariño.
Y es que encasillarse lo que hace a la franquicia especial (más allá de lo superficial, como las armas o las trampas) no está presente. Sí, vemos el coche en el taller, los uniformes de la franquicia y algunos otros elementos estéticos, pero nos falta el tipo de acción, de humor, de sucesos que representan verdaderamente a los cazafantasmas. Hay pequeños espejismos de la marca, pero como plato principal, sino como acompañamiento. En lo nuevo de Ghostbusters, el modelo de gameplay va dinero y el alma, irónicamente, va después. Al final, es un tira y afloja entre dos identidades prácticamente incompatibles.
Spirits Unleashed es un buen multijugador asimétrico para pasar un buen rato con amigos, especialmente si te gusta la franquicia. Por otro lado, como juego de los Cazafantasmas, llanamente no ofrece lo suficiente como para ser considerado llamativo. Es novedoso en el sentido de que, hasta la fecha, todos los juegos asociados a la franquicia han querido adaptarla o beber de ella de manera muy directa, sin hacer su propia cosa, pero el problema aquí es lo diluida que está su identidad. Como fan de la franquicia, le falta sabor, y encontrar el punto medio entre su jugabilidad y su licencia sería el elemento clave para elevar este título más allá.
Una nueva aventura original, sin basarse 100% en las películas y que tenga confianza en sí mismo podría ser una mejor opción. Lamentablemente, el panorama de las adaptaciones parece estar pasando por un momento en el que el multijugador rápido para disfrutar con amigos es el marco elegido por las empresas para revivir grandes nombres de antaño.