La memoria RAM de los PC suele ser un componente algo ignorado por los usuarios salvo cuando es el momento de renovar el equipo y debemos decidir qué cantidad le ponemos. Muchos usuarios únicamente piensan seriamente en ella en términos de montaje, pero a la hora de la verdad es una especificación que puede suponer el buen funcionamiento de nuestro ordenador sin excesivos parones o tiempos de carga excesivos. De ahí que, aunque muchos digan que hoy como mucho debes tener 32, el doble de esa cantidad (64 GB) es a lo que deberías intentar llegar.
Por hacer un símil no demasiado complejo, es el ''cajón de sastre'' de nuestro PC; donde guarda sus recursos o "herramientas" que debe usar de forma puntual para permitir que el flujo de información y procesos entre el resto de componentes sea ágil. Su función principal es almacenar datos e instrucciones de cualquier programa que se esté ejecutando en un momento dado en tu PC, y aunque a nivel de rendimiento de videojuegos o de programas concretos no se note demasiado mucho su impacto -dependen más de la CPU y la GPU, y también de tener un buen SSD-, si eres alguien que suele dedicarse a la "multitarea", puede salvarte la vida, en especial si apuntas a esos 64 GB que mucha gente te dirá que son excesivos; no es que se equivoquen, pero hay ventajas.
Función principal de la RAM
Antes de mostrar las virtudes de tener esos 64GB , veamos más en detalle qué es y cómo funciona este componente. La Memoria RAM son esos módulos de circuito alargados y con chips soldados a lo largo de ellos que instalamos en los sockets correspondientes (generalmente al lado de la CPU en la placa base). Su función principal es aportar un plus de memoria de acceso rápido a cualquier programa que nuestro ordenador tenga que ejecutar; sirve para casi cualquier programa -de ahí su nombre, Memoria de Acceso Aleatorio o Random Access Memory.

Al arrancar el PC, la RAM comienza a "guardar" en ella los datos e instrucciones de acceso que usa cada programa, incluido Windows y algunas aplicaciones en segundo plano y programas principales (juegos, aplicaciones en segundo o primer plano de diversos tipos, procesos, etc.). No es una cantidad de datos muy grande -salvo en el caso de los juegos-, pero incluso con un SSD como unidad de memoria principal, el gestionar estos datos sin la cantidad de RAM adecuada haría que todo fuese más lento. En esencia, la RAM es como una especie de "super buffer" de memoria, permitiendo a la CPU cargar de forma más rápida datos específicos de programas que se han ejecutado recientemente o se están ejecutando en ese momento.
Ahora, sabiendo esto, es verdad que hoy en día para usar un ordenador de forma regular no se necesitan más de 16 o 32GB, en especial si sólo nos dedicamos a jugar o a realizar trabajos con algunos programas (ya sean de edición gráfica como el Photoshop o editores de vídeo) sin tener nada más abierto, o queremos realizar algún tipo de streaming por internet. Pero como se suele decir, mejor que sobre que falte.
Más programas, más RAM para ellos
Imaginemos que queremos hacer un stream de un juego reciente, de esos que exprimen de forma intensa los componentes de nuestro ordenador y este nos pide que tengamos disponibles 32GB de RAM en sus requisitos recomendados o para ejecutarlo al máximo. El juego ya se va a reservar un buena cantidad de la memoria RAM para poder ejecutarse y aplicar sus funciones; no tanto el tema de muestreo de los gráficos (para eso tiene la GPU su propia memoria, la VRAM) como sí la carga del motor del juego, las ejecuciones de las ordenes que le damos al mismo en las opciones o al jugar en sí y aplicarlas.
Ahora, si queremos ejecutar un programa de streaming -OBS por poner el ejemplo más común- vamos a necesitar también RAM; si a eso le sumamos, la necesidad de tener abierto un navegador para conectarnos a una plataforma de streaming (Twitch, Kick o cualquier otra) estamos consumiendo bastante RAM, y a esto hay que sumarle el resto de datos que ya tiene que gestionar y almacenar por el mero hecho de haber arrancado el PC. 32GB se bastan para ejecutar todo eso, incluso 16, pero se nota la diferencia.

Con 32GB, y especialmente con 16, los tiempos de carga pueden ser algo mayores para todos estos programas, y durante su ejecución es posible que -en función del resto de componentes de nuestro equipo- veamos leves ralentizaciones o parones durante la ejecución de algunos o de todos ellos. Aunque es posible afinar o corregir estas imperfecciones reconfigurando los ajustes internos de cada uno o "trasteando" con el Administrador de Programas para dar más prioridad a los que nos interesa que funcionen en ese momento, es un proceso engorroso y delicado, ya que podríamos no hacerlo bien y provocar algún fallo en ellos o en otros de los procesos que se están ejecutando en segundo plano.
Con menos RAM los tiempos de carga pueden ser algo mayores para todos estos programas, y durante su ejecución es posible que veamos leves ralentizaciones
La mejor solución es tener más RAM disponible. Con 64GB -el doble de lo que muchos usuarios "hardcore" usan hoy en día- esos parones no se notarán en absoluto si hacemos streaming de juegos algo antiguos (que pidan 16GB como mucho) y en el caso de los de 32 serán casi imperceptibles.
Otro ejemplo, uno con el que los que nos dedicamos al periodismo de videojuegos nos solemos enfrentar habitualmente y casi cada día. Tenemos que hacer el video análisis de un juego e irlo editando sobre la marcha para agilizar. Aunque lo habitual es hacer una sesión de juego, grabar, y luego cerrar el juego para liberar memoria RAM que pueda ejecutar un programa de edición de vídeo, lo más cómodo suele ser dejar funcionando el juego, minimizarlo, y editar para luego volver al juego y seguir. El problema es que esta operación consume bastante RAM, y aunque un equipo de 32GB sea capaz de hacer esas operaciones, el rendimiento del juego no será el óptimo y el proceso de renderizado de los clips de vídeo irá más lento; y ya no digamos la edición en el programa que hayamos elegido.

Con 64GB no sólo notaremos mucho menos eso, sino que en el caso de tener que volver a abrir el juego porque nos hemos olvidado de grabar algo específico no tardaremos tanto en volver a cargarlo; una mayor cantidad de memoria RAM permite almacenar más datos de instrucción de forma temporal, que nos permiten reabrir un programa con mayor rapidez.
Son ejemplos muy a "grosso modo" y que tienen una explicación real mucho más compleja, pero en esencia esos son los beneficios de tener esa "exagerada" cantidad de RAM. De hecho, en el caso de tener que trabajar o realizar operaciones con ''máquinas virtuales'', el tener 64GB de RAM se convierte en una ayuda y no en un lujo o capricho por lo demandantes de memoria que son estas aplicaciones.
¿Por qué se dice que es demasiado tener 64GB de RAM?
La razón principal que muchos usuarios argumentan a la hora de considerar excesiva esta cantidad es la relación precio/rendimiento que supone tener instalados 64GB de RAM. Y no les falta razón. Si como mucho nos dedicamos a jugar o a hacer streaming, la mitad de esa cantidad es suficiente. Aparte, tambien hay que tener en cuenta que los programas de todo tipo han avanzado mucho en la optimización del uso de la memoria, y si bien es cierto que de cada vez hay más juegos que piden como cantidad recomendada 32GB, el aumentar a 64GB supondrá una mejora marginal.
Se diría que estamos desperdiciando no sólo el dinero que cuestan las placas de RAM hoy en día, tambien recursos por lo poco que lo vamos a notar. Pero de nuevo, todo depende para qué queráis esa cantidad. Incluso si no necesitáis realizar tareas con múltiples programas, el aumento de RAM a 64 cuando tenemos un PC nuevo o la mejora a esa cantidad tiene su benficio. Es una inversión a futuro, y una que no tardaréis mucho en notar porque, aunque aún estemos lejos de que el mínimo para ejecutra programas y juegos sea esa cantidad, determinados casos ya la están recomendado, aunque son muy pocos, pero de cada vez más.

Un ejemplo reciente es Microsoft Flight Simulator 2024, que ya lo pide en sus especificaciones ideales. Es uno de los juegos más exigentes del mercado ahora mismo, pero hay otros juegos que se pueden beneificiar de esa cantidad aunque en sus requisitos no la mencionen. Juegos a los que podemos instalar muchos mods pueden aprovecharla. Por ejemplo, GTA 5, Skyrim o el reciente Oblivion Remastered basan buena parte de su popularidad en mods.
El aumento de RAM a 64GB es una inversión a futuro y que no tardaremos mucho en notar
Al estar leyendo archivos externos al código base del programa, necesitan de más RAM para cargar y ejecutar esos archivos adicionales y que no forman parte de su código original. Una elevada cantidad de memoria RAM agiliza y hace más fluida la carga del juego y los mods más su representación y funcionamiento en ellos. Así que si os gusta jugar con mods, no es que necesitéis 64GB de RAM, pero desde luego lo notaréis y agradeceréis.
Consejos a la hora de mejorar la memoria RAM
Pero la instalación de nuevos módulos de RAM no es algo que se pueda hacer al tuntún. Existen un par de condiciones que debemos verificar antes de plantearnos el aumentar nuestra memoria de 16 a 32 o de esa cantidad a 64GB: el tipo de memoria RAM, la frecuencia a la que esta opera en MHz, y la marca del modelo.
Comprobar la DDR de tu placa base
Cuando mejores la RAM, has de saber que los módulos tienen configuraciones físicas distintas. Principalmente los pines de la Tasa de Datos Doble (Double Date Rate o DDR). Son incompatibles entre distintas versiones; hoy en día lo habitual es que las placas base funcionen con DDR3 -las más antiguas-, DDR4 o DDR5. La versión más reciente es más potente, permitiendo esencialmente el doble de datos por segundo respecto al DDR4 (6.400 M/Ts o datos por segundo, aunque depende del rendimiento y configuración del modelo). De todos modos, más allá de números para operaciones, no pasa nada si tu placa base es DDR4, es una característica recomendada pero no imprescindible para jugar y hacer varias operaciones.
Que la velocidad de la RAM sea uniforme y tu placa pueda con ella
Incluso si tienes una RAM DDR5, este detalle es vital. Todas las memorias RAM transmiten informacion en MHz. Por ejemplo, las DDR tienen circuitos de RAM que pueden funcionar entre 4800 o 6400 MHz, dependiendo del modelo y el fabricante. Aunque es posible instalar dos módulos de RAM DDR5 de distinta velocidad, en función de tu placa base o de los otros módulos, los que tengan una velocidad superior a la ''mayorityaria'' o soportada por la placa base reducirán su frecuencia al mínimo equivalente; no estarás aprovechando bien la arquitectura de RAM que has montado.
No utilices módulos de distintos fabricantes
Aunque técnicamente es posible instalar módulos de RAM de dos fabricantes distintos, incluso si coinciden en DDR y frecuencia en MHz, es lo peor que puedes hacer. Las especificaciones internas de cada fabricante varian de uno a otro, y aunque no se necesitan drivers o librerias de controladores para que la memoria RAM funcione, pueden darse problemas de compatibilidad que, en los peores casos, darán como resultado errores de estabilidad en el sistema o incluso desperfectos en los módulos. Aparte de eso, las frecuencias en MHz entre fabricantes tienen ligeras variaciones, y aunque trates de usar dos modelos distintos que ''se acercan'' en valores de MHz, siempre habrá uno de los dos módulos que tendrá que frenarse.
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