Tiempo atrás, el director de Baldur’s Gate 3, Swen Vincke, nos dejó una serie de declaraciones, en Kotaku, muy extrañas: "En este juego puedes convertirse en una rueda de queso".Y no lo dijo en un sentido figurado. Era una expresión completamente literal. Así que sí, si se desencadenan una serie de acciones concretas en el juego, nos podremos convertir en una rueda de queso. "Parecerá que estás jugando a Pac-Man", bromeó.
Lo más peculiar de todo es que consideró que, al seguir jugando, entenderíamos perfectamente por qué nos habíamos convertido en eso y que, en efecto, tenía sentido. "Lo aceptarás al 100% y entenderás al 100% por qué te convertiste en una rueda de queso", agregó. Si lo dice, será por algo, aunque a mí me ha dejado con una curiosidad que no me cabe en el pecho. Sea como fuere, todo esto me ha recordado una cosa: que en Larian Studios son así.
Que nos podamos convertir en queso en Baldur’s Gate 3 es puro Dungeons and Dragons
Desde Divinity: Original Sin 2, siendo este uno de mis primeros contactos con el estudio, Larian Studios ha hecho de las suyas de cientos de maneras diferentes. Así que sí, me parece 'normal' que nos podamos convertir en queso, porque es un estudio capaz de todo. En el mejor sentido, claro está. Ahora bien, esta situación puede no darse, puesto que esta resolución al más puro estilo Comecocos es solo una posibilidad de entre muchas otras.
Si tomamos otra dirección, podríamos acabar viajando a otra zona completamente diferente, lo que nos dejaría con una ruta alternativa en donde el evento del queso sería algo que buscásemos de manera forzada para ver cómo diablos sucede. Y es algo maravilloso, porque esto es puro rol, aunque de manera diferente.
Una de las gracias de Dungeons and Dragons es que puede pasar de casi todo. El juego de rol de mesa original tiene un montón de mecánicas. Tanto es así que, durante una partida que jugué tiempo atrás, una amiga se convirtió en una cabra que viaja entre dimensiones. Hay un concepto llamado Magia Salvaje que puede hacer que te quedes calvo al usar un hechizo… O que te conviertas en una planta.
Así que no, convertirse en queso no es lo más raro ni sorprendente que nos puede pasar en DnD. Si tenemos esto en cuenta, que esto pueda ocurrir en Baldur’s Gate 3 no es sorprendente. Ahora bien, que sea llamativo es otra cosa, porque lo es. Sobre todo cuando tenemos en cuenta que este tipo de singularidades suelen ser más propias de juegos que usan el humor absurdo como eje y no de uno de los RPG más ambiciosos del mundo. Por suerte, en este caso tendremos ambas cosas.
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