Análisis de Thymesia, un soulslike con identidad propia que me ha enamorado a través de su combate

Análisis de Thymesia, un soulslike con identidad propia que me ha enamorado a través de su combate

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Thymesia Pc

Hacer un soulslike es, a día de hoy, un arma de doble filo. Por un lado, lejos están los tiempos en los que simplemente se intentabas copiar a Dark Souls. Los Lords of the Fallen y similares son una minoría en el género, y cada vez vemos más mezclas de elementos chulas con la fórmula de FromSoftware. Por el otro, eso sí, este popurrí de elementos corre el riesgo de llegar a los mismos resultados que un novato en la cocina: utilizar todas las especias posibles puede arruinar tu plato, en vez de darle variedad.

Cuando empecé Thymesia, ese era uno de mis miedos: que este nuevo proyecto fuese otro de esos títulos sin identidad ni rumbo. Una amalgama de palabras y elementos de diseño que, sin ser Dark Souls, tampoco son ellos mismos. Pero, sorprendentemente, no fue así, aunque esto no significa que el juego sea perfecto. Una de cal, y otra de arena. Veamos por qué.

Más que una copia de Dark Souls

Al ver los primeros compases del juego, hay una comparación que resulta muy fácil de hacer: este juego puede parecerse a Bloodborne. El combate más ágil, el rollo más o menos victoriano (aunque esto yo lo pondría con un asterisco) y el énfasis en la agresividad lo convierten en el juego ideal para decir "Mira, en PC también tenemos Bloodborne". Pero la verdad es que es ahí donde acaban las similitudes. Thymesia no quiere ser un clon, sino construirse un reconocimiento basado en sus propios méritos e ideas.

Encarnando a Corvus, un misterioso guerrero y alquimista que ha perdido sus recuerdos, deberemos salvar el reino de Hermes, que se ha visto arrasado por una misteriosa plaga. Las claves para la solución del problema están en las memorias de nuestro protagonista, y esto nos llevará a explorarlas para ir atando cabos sobre la historia y, gracias a ello, solucionar el catastrófico desastre que asola a su tierra. Con este marco comienza Thymesia, un juego que no nos da todas las respuestas. En cambio, espera que nos sumerjamos en su contexto, lo conozcamos y exploremos, y terminemos el puzle que nos plantea. En ese aspecto, se ven claras influencias sobre la manera en la cual la saga de FromSoftware narra sus historias, aunque tengo mis reservas en cuanto a su ejecución.

Una narrativa frustrante

Una de las cosas con las que no he conectado en absoluto en este juego es, lamentablemente, su mundo y su historia. Haciendo la comparativa obvia con Dark Souls, mientras que en el juego todo se sentía más misterioso y oculto, pese a poder conseguir muchos datos a través de las descripciones de objetos, en Thymesia he encontrado hasta molesta la manera en la que procuran construir la historia. Dejando una gran cantidad de notas en todos los escenarios, el worldbuilding de este tíutlo consiste en leer muchas cosas. No solo eso, sino que es tan frecuente encontrar sus varias notas que normalmente lo que hace es romper el ritmo del juego y de la exploración, pues he llegado a tener que detenerme 3 ó más veces en cuestión de uno o dos minutos solo para poder hacerme con algo de literatura.

Este foco en contar todo a través de texto solo interrumpe el flujo de la aventura

Este foco en contar todo a través de texto para asegurarse de que no se pierdan detalles, solo interrumpe el flujo de la aventura. Al final, lo que sucede es que los niveles sirven de poco para explicar su historia. Todas las respuestas están en las notas, haciendo que los entornos se conviertan en meros pasillos donde luchar contra enemigos. Sin grandes señas de identidad que guíen la historia y evoquen sensaciones, nos quedamos con que el daño está hecho por varias fronteras y acaba por, al menos en mi caso, separar el acto de jugar del de ir reconstruyendo la trama

Entiendo las limitaciones del estudio. No se trata de FromSoftware aquí, pero un juego que está tan, pero tan enfocado a un gameplay frenético y visceral no puede verse detenido arbitrariamente para contarme la 5ª parte de la historia de por qué el jefe del nivel se volvió loco. Al final, más que darme ganas de conocer el trasfondo de la historia, lo que consiguió esto es que mi mentalidad fuese la de “Bueno, ya lo leeré luego”, y creo que eso es una auténtica pena dado el proyecto que Thymesia se trae entre manos.

Thymesia

El combate, su as bajo la manga

Teniendo eso en cuenta, hubo un elemento del juego que me hizo volver a él una y otra vez con ganas, con entusiasmo: su combate. Donde Thymesia verdaderamente brilla es en sus encuentros, donde hace gala de su ingenio gracias a sus mecánicas, además de su visceralidad y frenetismo. Cuando hablo de su apartado mecánico, hay tres cosas que hacen que este título se desmarque del resto de sus congéneres: la manera en la que funcionan sus combates, el uso de un complejo árbol de habilidades, y su genial sistema de armas secundarias y builds. Y es que el título de OverBorder Studio tiene sus cimientos en lo original de su combate, que compone el mejor apartado del título.

Si has visto el gameplay que está adjunto al texto, verás que los enemigos tienen dos barras de vida: una blanca y una verde. Esto funciona de manera diametralmente opuesta a como lo llevó Bloodborne: no eres tú quien recupera vida tras perderla, sino tus enemigos, y vas a tener que ser agresivo para acabar con ellos. Separando tus ataques entre los de tu espada y los de tus garras (que ofrecen dos tipos de combo distintos), vas a tener que alternar tu ritmo, rango y estilo para poder evitar que tus golpes caigan en saco roto, siendo el daño regenerado por tus contrincantes.

Thymesia

Para acabar con más facilidad con ellos, en este juego no vas a contar con varias armas principales, pero sí con secundarias que podrás mejorar e ir cambiando. Estas se consiguen de una manera muy original: no las vas a encontrar en el suelo, sino que las podrás añadir a tu arsenal después de rematar a los mónstruos del juego con tus garras. Tras un uso, se desvenecerán, obligándote a conseguir otra. Con el paso del tiempo, te las podrás ir quedando y tener una permanente y otra efímera, variando tus movimientos y haciendo que el título, cuanto más avanzas, más complejo se vuelva.

Esa curva, no de dificultad, pero sí de complejidad, es algo que se ve altamente potenciada con el árbol de habilidades del juego. No soy muy amigo de este tipo de sistemas, pues generalmente creo que no solo no aportan lo suficiente como para creer en una progresión real, sino que obstruyen y ralentizan esquemas de jugabilidad buenos, bloqueando algunos de sus elementos tras una barrera arbitraria. En el caso de Thymesia, su árbol no es perfecto, pues tiene algunos elementos poco inspirados, pero en general sí que ofrece una buena cantidad de novedades que no se sienten privadas del jugador, sino que dan la sensación de progreso en este viaje. Al final, todos los elementos que rodean al combate de Thymesia lo convierten en un action RPG bastante único, satisfactorio y variado. El corazón del juego está, ciertamente, en sus peleas.

Falla la exploración

Una de mis cosas favoritas en todos los videojuegos del mundo es explorar sus rincones. Hallar nuevas vistas que cuenten historias, objetos que me puedan venir bien, pequeños guiños o incluso partes de la historia a través de pasearme por rincones virtuales es algo que siempre he asociado a los soulslike, y por eso me da pena que en Thymesia la cosa no sea así.

Thymesia

Si bien sus escenarios no están mal, han sido creados con dos limitaciones muy grandes en mente: si la historia solo se cuenta a través de literatura, ¿qué necesidad hay de que sus niveles añadan algo más? Ninguna, y eso es algo que le da un golpe fortísimo al diseño estético de sus áreas. Por otro lado, teniendo en cuenta que todas las armas se consiguen en base al combate, y que los consumibles son bastante inexistentes, el loot que podamos encontrar en el suelo queda relegado a alguna que otra llave (aunque estas normalmente son obtenidas al derrotar minijefes), y objetos para conseguir las "almas" de este juego. Sumando estos dos factores, nos quedamos con que, francamente, no merece mucho la pena revisar cada recoveco del juego, restándole mucha personalidad a sus entornos.

Un proyecto demasiado ambicioso, pero también fuerte

Thymesia es un ejemplo claro del potencial que tienen los soulslike

Pese a mis problemas con la manera en la que el título estructura su narrativa y exploración, Thymesia me parece un ejemplo claro del potencial que tienen los soulslike si se separan, irónicamente, de Dark Souls. Sí, este juego es, de manera inequívoca, una obra que no podría existir sin los ARPGs de FromSoftware, pero, al buscar su propia identidad y crear un núcleo duro con ella, estamos ante un videojuego que deja claras sus prioridades desde el minuto 1 y que atrapará a quienes estén en sintonía con ellas.

No es perfecto ni mucho menos, pero mentiría si dijera que pude soltar el mando una vez empecé a estar en la misma onda que sus desarrolladores. Si buscas un combate tan visceral y novedoso como conocido, Thymesia es algo que no puedes dejar pasar. Si, además, no te molesta la manera en la que cuenta su historia, vas a tener dentro un buen misterio que resolver, y hacerlo de manera efectiva te llevará a varios finales que confían en la inteligencia del jugador para enseñarse.

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