Los 5 momentazos de Dark Souls, Sekiro y Elden Ring: pura épica RPG que solo podía lograr FromSoftware

Los 5 momentazos de Dark Souls, Sekiro y Elden Ring: pura épica RPG que solo podía lograr FromSoftware

1 comentario Facebook Twitter Flipboard E-mail
Anor Londo

Cuando la gente habla de Dark Souls, o de los juegos de FromSoftware y Hidetaka Miyazaki en general, suele hacerlo sobre todo valorando dos cosas: su dificultad y el trasfondo de su mundo y cómo cuenta su historia. Y, bueno, es normal, al fin y al cabo estas son dos de las señas de identidad que separan estos títulos de otros juegos de la industria, pero creo que hay mucho más detrás.

Fuera de sus combates, son juegos menos bombásticos de lo que estamos acostumbrados a ver en producciones multimillonarias, y esto hace que algunos de sus momentos y descubrimientos sean tremendamente impactantes. Hoy toca hacer un repaso de ocasiones en los que títulos de From nos han dejado con la boca abierta. Eso sí, tal y como pasó con el especial sobre Fashion Souls, esto se va a centrar únicamente en los títulos que han llegado a PC, así que no hay Torre de Latria ni Yahargul por hoy.

El extraño lago secreto de Dark Souls

Al pensar en momentos impresionantes de Dark Souls, hay uno que empequeñece todos los demás. Y no, no es la llegada a Anor Londo. Por impresionante que sea la ciudad de los dioses, hay un lugar en Lordran que consiguió dejarme sin palabras por encima de cualquier otro: el Lago de la Ceniza.

Ash Lake Fuente: Dark Souls Wiki

Tras descubrir su entrada absurdamente secreta y bajar por una de las zonas más milimétricamente truculentas del juego, lo que te da la bienvenida es uno de los lugares más masivos de todo el juego. Si bien es verdad que no puedes explorar todo ese lugar porque, bueno, es un lago, la sensación de estar ante algo que te vuelve minúsculo es apabullante. A esto hay que sumarle su sombría música y el hecho de que allí se encuentre el único Dragón Eterno del título, el cual ni se inmuta con tu presencia. Todo esto hace que el Lago de la Ceniza sea, verdaderamente, una experiencia impresionante.

El imponente castillo de Drangleic en Dark Souls II

Comparado con los otros juegos de la saga, Dark Souls 2 es claramente el más irregular. Momentos que se ven frencamente mal contrastan con algunos de los derroches visuales más grandes que ha tenido la saga, y el que ha entrado en este ranking es un claro ejemplo de lo mucho que podía brillar este diamante en bruto de FromSoftware.

Castillo Drangleic Fuente: Dark Souls Wiki

Una vez consigas acabar con los cuatro jefes principales del inicio del juego, tu aventura te lleva hacia el Santuario del Invierno y, pasado este, el Castillo de Drangleic. Cuando llegas al sitio central del reino, no es como tu primer contacto con Anor Londo. No hay un sol deslumbrante ni una arquitectura grandilocuente delante de ti, sino total oscuridad, un camino lleno de enemigos y una lluvia tan, pero tan intensa que puedes sentir su peso sobre ti. Si a eso le sumas un trabajo de iluminación sobresaliente, queda uno de los momentos más atmosféricos de toda la franquicia.

El santuario oscuro de Dark Souls III

Al hablar de Dark Souls 3, es indudable que la salida de las Catacumbas de Carthus y, por lo tanto, el primer avistamiento de Irithyll del Valle Boreal es, estéticamente, uno de los puntos álgidos del título. Y, aún así, hay un suceso opcional y bastante más pequeño que, sinceramente, me voló mucho más la mente.

Untended Graves Fuente: Dark Souls Wiki

Una vez llegas al castillo de Lothric y derrotas a Oceiros, es posible que cojas el cofre que hay tras esa pelea y te vayas, pero la pared que hay justo detrás oculta un increíble secreto. Tras pasar ese muro ilusorio, puedes llegar a las Tumbas Olvidadas, la versión oscura de la zona inicial del juego, junto con el Santuario del Enlace de Fuego. Mi primer contacto con ese lugar supuso un gran "¿Qué está pasando aquí? No entiendo nada". Ver el lugar donde estaban todos los NPC que conozco tremendamente vacío mientras no paraba de hacerme preguntas fue, cuanto menos, sobrecogedor.

1 vs. 1 contra el dragón más espectacular de Sekiro

Sekiro es, sin duda alguna, el título más diferente de todos los que hay en el artículo. Centrándose en un aire más narrativo, es un juego más convencional, pero no por ello deja de tener ese aire tan característico de las obras de From, sino que se permite ser algo más cinemático. Esto, como no podía ser de otra manera, también se ve reflejado en su momento más impactante.

Dragon Divino Fuente: Fextralife

Llegados los compases finales del juego, tras una aventura que se basa en peleas frenéticas, bloqueos milímetrados y, en general, combates asequibles cuerpo a cuerpo, Sekiro se las tiene que ver con el Dragón Divino, lo único que se interpone entre él y su objetivo. El cambio de escala y la majestuosidad del dragón convierten su presentación en algo súper memorable: estás ante un desafío distinto, algo que va mucho más allá de los contrincantes que habías visto hasta ese momento.

Llegar a Caelid a través de una trampa ¡quiero irme a casa!

La cantidad de grandes momentos que nos deja Elden Ring es francamente brutal. Uno de los videojuegos más enormes que he visto en los últimos años está, además, lleno de localizaciones memorables y descubrimientos que dejan boquiabierto hasta al más estoico. En este caso, soy francamente incapaz de quedarme con un solo ejemplo, así que voy a dar dos: la llegada a Liurnia y uno de tus posibles primeros minutos en Caelid.

Yendo en orden, el primero de esos recuerdos es francamente precioso. Salir del castillo de Velo Tormentoso, avanzar un poco habiendo salido del Necrolimbo (un área que ya de por sí es grande) lo primero que ves es más inmensidad. Cubiertas por bruma, ante ti se alzan horas y horas de exploración, y eso hace que te des cuenta de lo masivas que van a ser las áreas del juego. Necrolimbo no era una excepción, sino la norma en Elden Ring.

Liurnia A FromSoftware le gusta darnos la bienvenida a una nueva región con ideas sobre su inmensidad. En la foto, Liurnia.

En el otro lado del espectro está Caelid, y más concretamente tu llegada allí si caes en la trampa que te teletransporta al centro de ese lugar terrible. Entrar normalmente desde Necrolimbo ya impresiona, pero hacerlo a través de la trampa que hay tendida en esa zona es absolutamente increíble. No solo esperas una recompensa por explorar y acabas siendo raptado, sino que, tras luchar (en vano) y salir corriendo de la cueva en la que estás, lo primero que ves tras emerger triunfalmente de ese agujero en el suelo es casi literalmente el infierno en la tierra. Maldito seas, Miyazaki, te quiero.

Comentarios cerrados
Inicio