Tiempo ha, Square Enix y Final Fantas XIV lanzaron una oferta promocional junto con GrubHub, un franquiciado de pizzas estadounidense. A raíz de esta, durante un tiempo, los jugadores del MMO que gastasen al menos 15 dólares (13,70 euros, más o menos) en cualquiera de sus establecimientos, obtendrían un emote exclusivo siempre y cuando usasen un código en concreto.
Este era de libre acceso, así que, más allá de que un emote por 15 euros es una auténtica salvajada, nadie tendría que haber tenido contratiempo alguno. El problema fue que muchos usuarios no pudieron obtener el "regalo" por culpa de un error. Sin duda, fue un auténtico batacazo que dejó en mal lugar al equipo detrás del evento, por denominarlo de alguna manera.
Final Fantasy XIV sufrió la reventa de emotes como pocos, pero ese no es el verdadero problema
Todo sea dicho, el grupo responsable de estas promociones no es el mismo que el del juego, algo lógico si tenemos en cuenta —por ejemplo— que esta se activó en Estados Unidos y que el equipo de desarrollo del MMO como tal está afincado en Japón, mayormente. El caso es que, por culpa de esta situación, muchos usuarios vieron la oportunidad de hacer negocio y empezaron a revender el código del emote hasta por 200 dólares (unos 182 euros) por eBay.
Esto duró un tiempo. Ahora, dos años después, el emote ha regresado, pero a través de la tienda oficial del MMO y con un precio de 7 dólares (4,90 euros en Europa). Por desgracia, no me ha sorprendido, puesto que parece que —como jugadores y comunidad, y no hablo solo de Final Fantasy 14— hemos pasado demasiado por el aro de los DLC y los complementos cosméticos. Ahora bien, es importante tener en cuenta que en FF 14 estos no se pueden comprar en las versiones de prueba, solo cuando se adquiere el juego (que es de pago mensual, recordemos) completo.
El emote de la polémica.
Antaño era una desfachatez que nos cobrasen un importe adicional por contenido adicional, puesto que los juegos salían completos, siendo este uno de los motivos por el cual tanta gente ha alabado la labor de Larian Studios con Baldur’s Gate 3; viene con todo lo que el estudio considera necesario, un rara avis en la industria.
Desgraciadamente, es así, y si echamos un vistazo a casi cualquier juego de servicio, veremos que ya es habitual. Dejando fuera de juego las skins, las cuales “entiendo” que tengan un precio superior en algunos casos, me parece una locura que un emote pueda costar más de 4 euros. Sobre todo si tenemos en cuenta que, en el caso de FF XIV, es un refrito del mismo emote de siempre. Es decir, podemos encontrar otros exactamente iguales, pero cambiando la pizza por otro alimento.
Este gesto cuesta 200 pavos. Si tenemos en cuenta que 1000 pavos cuestan diez euros, costaría unos dos euros.
Por supuesto, no es el único que lo hace, ya que juegos como Fortnite (aunque pueda tener más lógica debido a que es un F2P) monetizan todo, desde mochilas hasta picos, pasando por bailes y todo tipo de elementos. Por supuesto, también se incluyen gestos. Algunos los puedo entender, mas me sigue chocando mucho que un simple gesto pueda costarte unos 2 euros.
Es algo que hemos permitido y que, lamentablemente, está cada vez más extendido. Hay juegos que lo hacen algo mejor, como League of Legends, puesto que nos permiten conseguir todos los emotes gratis pese a que luego haga barbaridades como la de vender una skin por más de 100 euros mediante un gacha, pero ese es otro tema. Hoy mi incredulidad nace de lo que puede llegar a costar un accesorio tan simple como un emote o un gesto y de cómo, con el paso del tiempo, hemos permitido que esto ocurra.
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