Desde luego, 2023 no está siendo el mejor año para la feria del videojuego más grande de la historia (o al menos lo era hasta ahora). El E3 ha sufrido golpe tras golpe al ver como todos sus mayores aliados decidían no acudir este año, pero este último ya es el el definitivo. Este año, la feria no volverá como prometió, y la razón es la que cabría esperarse.
¿Qué sería del E3 sin Sony, Microsoft, Nintendo, Ubisoft, SEGA y Tencent? La respuesta es "nada", y eso es lo que está ocurriendo ahora mismo. Tras haber confirmado todas estas grandes compañías que no acudirían, mientras que otras titánicas aún no habían dicho nada, desde la ESA y ReedPop han decidido hacer el movimiento lógico y anunciar la cancelación del evento, al menos para este año.
Fuentes cercanas al portal IGN han confirmado que esta edición no se celebrará. A través de un email enviado a miembros de la ESA, hemos podido saber que lo que ha llevado a esta cancelación es la falta de interés por parte de las empresas para que mereciera la pena llevar a cabo el titánico evento.
Kyle Marsden-Kish, vicepresidente de ReedPop, ha emitido las siguientes declaraciones: "Fue una decisión difícil [...] pero tuvimos que hacer lo correcto para industria y para el E3. Apreciamos y entendemos que las compañías interesadas no fuesen a tener demos listas, y que los desafíos de recursos hacían que estar en el E3 de este verano fuese un obstáculo que no pudieran superar", comenta el ejecutivo.
Con tan solo un par de meses de antelación y con tantos gigantes ausentes o desaparecidos, era un secreto a voces que esta posibilidad existía. Aun así, nos deja de ser un escenario extraño para los que llevamos décadas siguiendo la actualidad del videojuego y esperando todas las conferencias y tráileres.
Las ramificaciones que tendrá esta decisión todavía están por verse. ¿Estamos ante una edición en concreto maldita y veremos a la gran feria volver en próximos años? ¿Es este un cambio de paradigma definitivo que propiciará eventos invidividuales por encima de los grandes espacios de reunión? ¿Está el formato físico muerto para siempre? Todas estas preguntas tendrán respuesta, pero muy seguramente tardemos meses, e incluso años, en aclarar todas las incógnitas.