Este jefe de Remnant 2 no hace nada y aún así tardé una hora en bajarle la vida: mi paciencia por un objeto

Remnant 2 (Gunfire Games)
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Decía en el análisis de Remnant 2, que una de las mejores cosas que tiene el nuevo juego de acción RPG de Gunfire Games es su plantilla de jefes: el listado es cuantioso, y muchos de ellos tienen mecánicas de lo más interesantes. Algunos incluso desafían un poco la idea que tenemos preconcebida de esta clase de encuentros, que es el caso de la Mantagora. El monstruo que nos atañe es de lo más curioso porque técnicamente, es inofensivo: sus técnicas pugilísticas se reducen a pedir ayuda a otras criaturas un número limitado de veces y lanzar unos proyectiles ocasionales que se pueden esquivar con una facilidad cómica.

Es más, resulta tan irrelevante que ni siquiera me di cuenta de que estaba luchando contra él hasta que le hice daño y salió su barra de vida en la parte superior del HUD. Pero una vez iniciado el encuentro, tardé una hora en darle muerte: la Mantagora es uno de los jefes más puñeteros que me he encontrado en Remnant hasta ahora, y lo digo tras más de 135 horas registradas en el primer juego. ¿Por qué se me atragantó tanto? Te explico.

Puedes encontrar la Mantagora en Yaesha, en la región de los jardines imperiales y sus islas flotantes. Es una versión glorificada de una polilla tomada por la Raíz, que a su vez es un enemigo común de la jungla. Se dedica a volar plácidamente por ahí y no muestra indicios de hostilidad hacia ti, hasta el punto de que si le atacas solo grita y se va a otra parte para que no la molestes. Normalmente, esto no supondría ningún problema de no ser porque el escenario está hecho para agotar tu paciencia a niveles que jamás creía posibles en esta franquicia.

El mapa en el que transcurre esta pelea tiene forma circular, es bastante grande y tiene múltiples niveles de altitud. Además, está diseñado de tal manera que hay algunos balcones colocados estratégicamente para que puedas encontrar y disparar la Mantagora en la distancia —te aviso de que se va muy lejos— y el camino que separa uno de otro está infestado de enemigos que se teletransportan detrás de ti para atacar, élites e incluso caminos ocultos que no aparecen en ninguna otra parte del juego. Una colección de elementos de escasa dificultad que, cuando se juntan, drenan tu munición, exprimen tu tiempo y agotan tu paciencia.

Remnant 2 (Gunfire Games)

Si casualmente encuentras a la Mantagora, tienes unos segundos para dispararle antes de que se vaya lejos, más allá del alcance de tus balas. Manteniendo la mirilla y examinando con cautela sus animaciones, puedes hacerte una idea aproximada de a dónde se dirigirá a continuación, pero ya puedes poner pies en polvorosa para llegar a ese sitio si quieres verificar tu hipótesis a tiempo, antes de que huya de nuevo. Por el camino te espera una cantidad hiperbólica de enemigos de poca monta que van a hacerte gastar muchas balas, y ahí entra en juego la batalla de desgaste que es la que nos atañe.

El escenario está hecho para agotar tu paciencia

En mi experiencia, para cuando llevé la Mantagora al ~25% de su vida total, me había quedado sin balas ni enemigos a los que matar. Tampoco tenía mods efectivos a la distancia a la que combate este jefe, aunque tuve la suerte de encontrar un élite extraviado por ahí que me soltó algo de munición. Aquello me salvó la tarde, y casi que la cordura. No había ninguna clase de dificultad ahí, ni de complicación; aquello fue una prueba de paciencia en toda regla. De patearse la jungla hasta encontrar al jefe de marras y encontrártelo volando en la dirección de la que estás viniendo. Esa clase de cosas.

Tal vez pienses, "bueno, pues vas con dos personas más y listo". Sí, bueno, eso pensé yo también. La realidad es que los enemigos también escalan con el número de jugadores presentes en la partida, de modo que a la larga vas a gastar más o menos la misma cantidad de munición. Dicho esto, es verdad que si vas con amigos bien coordinados y esparcidos debidamente por el mapa, lo tienes más o menos fácil para pillar al jefe desprevenido (algo es algo). Si ganas, te llevas un mutador, por cierto, que es un sustituto de las antiguas habilidades de los conjuntos de armadura. No compensa el cansancio que genera darle caza.

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