Análisis de Inscryption, el juego más impredecible del año: terror y cartas, con muchas sorpresas

Inscryption
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A estas alturas de la película cuesta mucho que un videojuego me sorprenda y me deje sin palabras. Inscryption me ha impactado, maravillado y enamorado, y es uno de los mejores videojuegos que se han lanzado en 2021 sin duda alguna. Tiene sus peros, está claro, pero es una experiencia tan única, extraña y divertida que no podéis dejarla pasar.

No sé cómo percibiréis desde fuera nuestra labor como periodistas al analizar un videojuego, pero ya os digo yo que no es fácil. De hecho, ni siquiera es una labor que sea igual siempre: hay juegos de los que es muy difícil hablar. Inscryption, el nuevo juego de Daniel Mullins Games editado por Devolver Digital, es uno de ellos.

Lo es por dos razones y una de ellas es ciertamente problemática: por un lado, es un juego complejo y algo difícil de explicar; por otro lado, y aquí el gran inconveniente que tengo yo en este caso, es que el juego no es lo que parece y si hablara más de la cuenta en este artículo os fastidiaría la experiencia totalmente, algo que no pienso hacer. La mejor palabra para describir Inscryption es impredecible.

Como decía, para los que llevamos muchos años jugando, que un juego nos sorprenda de verdad es casi un acontecimiento. Por suerte, todo sea dicho, experiencias recientes como 12 Minutes o The Artful Escape han conseguido impactarme, pero lo de Inscryption es otro nivel. Es curioso porque, para mí, dos de los mejores juegos del año son de Devolver Digital: Loop Hero y este que nos ocupa ahora.

Terror, escape room y un genial juego de cartas

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Hay algo en Inscryption de lo que deberían aprender los videojuegos de terror. Muchos de estos se basan en sustos y en técnicas cliché que ya no sobresaltan a nadie, y se olvidan de que el miedo se consigue de muchas otras formas. El juego es lúgubre, el sonido de lo que pasa en pantalla se te clava en lo más hondo y no tienes ni idea de dónde estás ni por qué. Eso asusta. Mucho.

El videojuego empieza con nuestro personaje en una cabaña. Allí, un loco extraño nos obliga a jugar con él a un juego de cartas. En este juego, nuestro objetivo es impactar cinco puntos de daño en el rival, pero los ataques se suman y restan en una balanza, y la partida cambia todo el tiempo. Es decir, yo puedo impactar dos puntos de daño, pero si el rival me hace tres en el siguiente turno, iré perdiendo yo con un punto de daño. Fácil, ¿no?

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La cuestión es que este juego de cartas es macabro. Las cartas tienen un coste en sangre. ¿Cómo consigues sangre? Pues sacrificando a otras criaturas de las que aparecen en las cartas y has jugado anteriormente. Cuando avanzas un poco en el juego, además de la sangre, entran en escena los huesos. Cuando una criatura muere, sus huesos pasan a tu poder y puedes utilizarlos para invocar otras cartas cuyo coste viene determinado por ellos.

Las cartas pueden tener una cantidad enorme de habilidades distintas (incluso más de una por carta) y hay ciertos combates en los que las reglas establecidas cambian con nuevas mecánicas. Además, tenemos la posibilidad de usar objetos para darle la vuelta a la partida y salir victoriosos. El videojuego funciona como una especie de roguelike, ya que cuando morimos, volvemos a empezar en el inicio del tablero de juego, con algunas mejoras vigentes.

Pero de repente te das cuenta de que hay cartas que te hablan y advierten del peligro, que te dicen que mires un libro y que escapes de ese lugar. Y entonces te levantas de la mesa en la que juegas y exploras la cabaña. Hay puzles y te das cuenta de que esto es una especie de escape room. Algunos te dan más cartas vivas y otros objetos que no sabes para qué sirven. Pero te da por usar uno. Y te haces daño a ti mismo, a tu ser humano virtual. Y entonces... entonces todo se descontrola.

Esto no lo vi venir

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Inscryption es básicamente todo lo que he contado, de forma muy resumida, en el apartado anterior. Hasta que deja de serlo. El videojuego tiene un giro tremendo a las 3-4 horas de juego (todo dependerá de vuestra habilidad para resolver los puzles y ganar las batallas de cartas). Es algo inesperado, pero cuando te acostumbras a eso, vuelve a cambiar.

Cuando termina, porque acaba, no sabes ni qué decir. Te quedas en un rincón, agachado, reflexionando sobre la vida y los videojuegos. Y no puedo contaros más, pero sí puedo deciros que el juego de cartas en sí mismo aún se complica más y llega a unos niveles increíbles. Además, el camino que coge la historia es increíblemente turbio, pero muy interesante y atractivo.

Aún así, ojo, creo que aquí está el punto que ha quedado algo más flojo: el relato mola, pero se hace muy confuso por momentos. Aunque, tranquilos, en mi opinión queda muy clara la trama principal, solo que muchos pensarán (con cierta razón) que es demasiado enrevesada y abstracta. De todas formas, a este juego le viene como anillo al dedo un desarrollo así.

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Por cierto, quiero hablar de que este es un juego más lineal de lo que parece. Creo que sí es importante comentar esto, porque aunque si te gustan juegos como Slay the Spire, Monster Train o SteamWorld Quest no tienes que dudar ni un segundo en comprarlo, nadie tiene que tener un concepto difuso de lo que compra. Es un juego de cartas con una historia loca, con su principio y final, y que más allá de rejugarlo para conseguir todos los logros, es un título para pasártelo una vez.

Y creo que esa es la mejor decisión. Es una experiencia tan diferente, que esa primera impresión es la que debe prevalecer en la memoria. Yo he terminado el juego con 22 de los 30 logros de Steam (no los miréis, por favor, hay spoilers) y en 11 horas y media. La duración de la partida creo que puede andar por las 10-12 horas, pero vuelvo a insistir en que dependerá de la habilidad de cada jugador.

Inscryption, uno de los mejores juegos del año

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Mojarse tiene sus riesgos, pero creo de verdad que Inscryption es uno de los mejores videojuegos del año. Está claro que Devolver Digital tiene un ojo especial. Este año nos ha dejado, una vez más, montones de juegazos interesantes y con propuestas únicas: Loop Hero, Phantom Abyss o Death's Door son otros ejemplos. Es de agradecer que haya espacio para que desarrolladores independientes puedan crear estos juegos. Jugad a Inscryption, no hace falta decir nada más.

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