Lo que puede definir a un juego como ''cozy'' a veces es algo de cariz muy personal, y muchas veces la definición parece que tenga que hacer referencia a juegos ambientados en parajes agradables y actividades cotidianas. Pero no siempre se tiene que ir forzosamente a las actividades campestres para encontrar algo de relajación; las actividades algo ''repetitivas'' que nos relaje y satisfaga su ejecución a veces es lo que basta. Y es lo que ofrece Harspace: Shipbreaker, pese a que haya abundancia de explosiones y tenga lugar en el espacio, y pertenezca más al género sandbox.
Creado por ex desarrolladores de Relic bajo el paraguas ahora de Blackbird Interactive, la actividad ''cozy'' de este juego es desguazar naves en el espacio. Aunque si ya os digo que es posible ''morir'' combinado con la pirotecnia que hay que realizar para progresar en el juego, igual os choca un poco ese apelativo para definir a tan singular juego. Pero tiene su lógica, y a más de un jugador o jugadora le ha servido para relajarse.
¿Cuerpo de sandbox, alma de cozy?
Centrándonos en sus mecánicas, Hardspace: Shipbreaker nos pone en la piel de uno solo de los cientos de miles de trabajadores que día a día se dejan la piel desguazando naves para una megacorporación, con el ''añadido'' de que es un trabajo en el que es fácil morir de muchas formas horribles por estar en el espacio o por no saber cómo realizar el desmantelado de las naves de forma segura. Y sí, es verdad, hay un cierto componente de tensión en el juego que lo aleja de la experiencia cozy ''tipo''.
Sin embargo, el aprender cómo funcionan las naves que tenemos que desguazar -para no cortar una tubería de combustible y no provocar una explosión, o no electrocutarnos al haber apagado previamente el sistema eléctrico central-, tiene un componente de actividad estimulante y que si sois del tipo de jugador al que le gusta resolver acertijos os dejará muy satisfechos. El ir a cada turno de trabajo escuchando una balada que evoca el solitario trabajo del desguace mientras estudiamos la nave y practicamos nuestra ''cirugía de constructora'' es algo que, curiosamente, hace que salte esa chispa que provoca que te relajes con el juego.
Por supuesto siempre está el peligro de que la monotonía te lleve a cometer un error por automatización del proceso y de su gameplay loop, pero el equivocarse es parte de su encanto y le otorga cierto grado de desafío. Salvando las distancias, no es muy distinto a la actividad de los juegos cozy: el realizar una actividad sencilla pero estimulante que nos ayude a relajarnos, y las conversaciones con otros miembros del equipo de desguace durante las partidas dan la sensación de pertenecer a una comunidad como la que hay en los trasfondos de juegos relajantes más típicos.
La parte menos cozy y de crítica social
Ahora bien, no vamos a negar que el grado de tensión de este juego sandbox existe. Su propia trama se aleja de lo que podría considerarse un juego cozy, ya no sólo por las muertes que sabemos que ocurren en esta peligrosa profesión -como por desgracia ocurre en la realidad- sino por las condiciones en las que nosotros y nuestros compañeros de trabajo en el juego tenemos que ganarnos el pan.
La crítica social a esas condiciones de ''semi'' esclavitud permea las sesiones de juego si os estáis centrando en superar su modo historia. Y luego también está el hecho de que las explosiones, unidades de procesamiento de materiales o el horno para disponer de la chatarra pueden acabar con nosotros de formas horrendas; si no es que morimos por asfixia en el espacio al romperse nuestro traje o somos aplastados por un detrito que sale disparado al desmontarlo mal con las susodichas explosiones.
Pero el caso es que hay un modo sin muerte por si quieres aprender a jugar o sencillamente te gusta la actividad de estar aprendiendo a cómo demsontar una mega nave de transporte espacial. No en vano, Hardspace: Shipbreaker consiguió varios galardones por su originalidad en su año de salida (2022). Y vale, el marketing que tuvo se centraba especialmente en presentarlo como un juego de acción distinto... pero al que también se le puede dar la vuelta para ''clasificarlo'' como un cozy. Todo depende del propio usuario y de cómo lo vea.
Si os lo contamos, es porque es un juego al que hay que darle una oportunidad, por lo original de su planteamiento y porque es una experiencia distinta a lo que se ha visto antes. Lo tenéis disponible en Steam, y tambien en la tienda digital de Epic Games Store. Con lo cual, si buscáis un juego sandbox con puzles distinto y un elusivo toque cozy, quizás sea lo que queréis.
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