Buscar una casa en Final Fantasy XIV es más duro de lo que crees: hay tal demanda que los jugadores se disputan las desahuciadas

Dentro de Final Fantasy XIV, el exitoso MMO de Square Enix, hay muchos sistemas que se interconectan para crear uno de los títulos más masivos de la industria. Lo ideal sería que todos estuviesen igual de bien hechos, y en la gran mayoría de los casos es así. La increíble historia está a la altura de su profunda pero accesible jugabilidad, las clases de crafteo y recolección tienen mucho que ofrecer a nivel de variedad y entre sus minijuegos hay mucha variedad y diversión. Pero hay una faceta de este título que está infamemente mal llevada.

Para los jugadores más veteranos, una de las cosas más gratificantes de conseguir es una casa. Para esos mismos jugadores más veteranos, una de las cosas más frustrantes es el proceso de conseguir una casa. Jugando en Moogle, uno de los servidores más poblados de Europa, ya había oído historias sobre lo complicado que era hacerse con una, y esa era una de las razones por las que no me interesaba mucho hacerlo. Lamentablemente para mí, suelo cambiar de opinión más que de ropa interior.

Los que no juguéis a Final Fantasy XIV quizás estéis pensando "Pero, ¿de verdad es para tanto esto?". Los que sí que juguéis, muy probablemente hayáis dicho algo como "Jaja, Iván, has entrado en la boca del lobo. Eres un bufón, un absoluto bufón". Y es que no es para menos.

A lo largo de mis casi 3000 horas de juego, he hecho muchas cosas que consumían tiempo, dinero y salud mental dentro del juego: he subido todas las clases, incluyendo crafters y gatherers; he tirado Extremes y Savages, las peleas más difíciles del título; he farmeado glamours (el verdadero endgame de XIV) durante horas; me he tirado días pescando; he buscado las vistas más bonitas de Eorzea y más allá... No todo eso siempre ha sido divertido o recompensante, pero sí que puedo asegurar que se ha sentido más justo que buscar una vivienda para decorar.

Vamos a empezar por lo básico: ¿para qué sirve una casa en el famoso MMORPG que no te puedes comprar ahora mismo? Pues... un poco para nada, la verdad. A nivel meramente utilitario, no te va a dar ofrecer que no puedas tener en el juego. No hay peleas ni mazmorras nuevas, clases exclusivas o recompensas más allá de la satisfacción de tener tu propio espacio y decorarlo como quieres. Es más, lo más normal es que te lleve a gastarte unos cuantos millonacos de guiles.

Un medio de expresión y personalización privado es, de hecho, bastante más importante de lo que creía.

Y es que en su futilidad está su encanto. En un título como este, donde prácticamente todo se basa en loops de tareas y recompensas, que haya algo cuyo único propósito sea darte un medio de expresión y personalización privado es, de hecho, bastante más importante de lo que creía la primera vez que me informé al respecto. Tan importante es que ahora me indigna más lo mal que está llevado el proceso de acceder a ello.

La teoría es sencilla: hay una cantidad limitada de casas en cada ciudad: 1440 por urbe, haciendo un total de 5760 por servidor actualmente. Pese a que pueda parecer un número alto, teniendo en cuenta la densidad de población de este título (y más si hablamos de Moogle, el mundo donde juego yo), es una cantidad bastante minúscula.

Pero, entonces, ¿qué pasa cuando todas se ocupan? Bien, el juego también tiene un sistema de desahucios. Si un jugador con casa no se mete en esta durante 45 días, esta es demolida y puesta a la venta. Esto, en teoría, ayuda a tener más casas disponibles. Es una medida justa, sí, aunque no puedo evitar pensar en lo oscuro de tener a un montón de jugadores peleándose por una expropiación. Total, que gracias a esto se puede evitar, en mayor o menor medida, que se estanque el mercado. En teoría, claro.

Como pequeño paréntesis, cabe destacar que el sistema de autodemoliciones se ha visto interrumpido varias veces y, de hecho, actualmente está pausado. A finales del año pasado, los cabecillas del título decidieron parar los desahucios por la situación pandémica que se estaba viviendo, algo loable. Tras volverlos a habilitar, han tenido que volver a frenarlos por los exagerados tiempos de espera que estaba sufriendo el título durante el lanzamiento de Endwalker. Esto, pese a ser justo, ha tenido consecuencias: si cada vez hay más gente activa, pero no hay casas disponibles, la oferta está muy, muy por debajo de la demanda. Eso, como era de esperar, trae muchos problemas.

Una vez una casa es demolida es cuando comienza la verdadera odisea. La parcela queda liberada y cualquiera puede llegar a comprarla, ¿verdad? Bueno, más o menos. Desde que esto sucede, todo el mundo puede ver que ese terreno está libre, pero, para que se ponga a la venta hay una cuenta atrás invisible que normalmente dura entre 6 y 8 horas, aunque puede ser más o menos. Sin ir más lejos, ayer estuve pendiente de una casa cuyo contador interno tardó más de 14 horas en llegar a su fin. Esto hace que el modus operandi actual para conseguir una casa simplemente sea presentarse ahí, campear el terreno y pasarse horas clickeando. Eso es: horas, y horas, y horas, y horas intentando comprar una casa que no está a la venta.

En la práctica, la cosa va más o menos así: llegas a la parcela con la esperanza de que no haya nadie más ahí, pero sí lo hay. Varias personas se amontonan alrededor de un cartel y puedes sentir la tensión en el aire. Nadie saluda, nadie quiere que estés ahí. Empiezas a clicar y ves el mensaje de "This plot of land is not yet ready for purchase." una y otra vez. Miras el cartel de "Se vende", interactúas, "Purchase land", "Private Individual", "Yes", suspiras y repites el proceso. Lo vuelves a hacer otra vez, y otra, y otra, y otra... y otra más. Cuestionas tus decisiones, cuestionas si esto merece la pena. Podrías estar farmeando un extreme, haciendo ruletas, consiguiendo monturas o jugando al Triple Triad. Pero no, estás en el Plot 15 del Ward 14 de Shirogane y son las 9 de la mañana, luego las 12 del mediodía, más tarde las 5 de la tarde, y sigues en el bucle.

Si antes había poca gente, ahora hay más. La cuenta atrás invisible sigue y, mientras tanto, con el tiempo, empiezas a fijarte en la peña que hay a tu alrededor. Ahí es cuando empiezas a notar cosas. Por si todo este sistema no fuese anodino ya de por sí, siempre hay quienes intentan poner sus propias reglas y superar al resto de maneras ilícitas. Sí, también hay bots que participan en este proceso. Haciendo uso de pequeños scripts, es muy probable que siempre que vayas a por una casa (sin importar dónde ni cuándo) haya alguien haciendo autoclics para poder quedarse con la codiciada parcela. Y créeme, es algo que pasa mucho. No me preguntes cómo lo sé porque se me hincha la vena, pero pasa mucho.

El lado bueno de esto es que a veces fracasan en su misión y personas más listas que ellos se aprovechan para, haciendo uso de su ingenio y sabiendo cómo funcionan estos scripts, robarles todo su dinero haciéndoles comprar cosas estúpidas a precios desorbitados. Un poco de justicia divina y todo eso. Sucede poco, pero es muy bonito.

Por intentar buscarle algo positivo a esta pesada misión que me he autoimpuesto, he de admitir que a ratos ha sido divertido. La tensión que se respira esperando a que la parcela se digne a ponerse en venta a veces se ha visto interrumpida por gente que me ha reconocido, personas con las que me he puesto a charlar para pasar el rato y los muchos memes que hay en mi grupo de amigos sobre la lalafell que no tiene dónde caerse muerta. ¿Es posible que las verdaderas casas sean los amigos que hice por el camino? Pues igual sí, porque sigo sin tener mi condenado chalet.

Total, que en mi aventura por conseguir una casa he tenido, tengo y voy a tener que lidiar con: un sistema obtuso que funciona regular, una base de jugadores que está ambrienta de este tipo de contenido y tramposos a los que es difícil reportar a tiempo. Y el tema es el siguiente: no conozco ni a una persona, con casa o sin ella, que no esté frustrada con cómo está llevada esta cara del juego.

Hace unos años, en una entrevista a Yoshi-P, el director y productor del juego, se dijo que Final Fantasy XIV está diseñado para ser un juego que permita a los jugadores tener una vida fuera de él, sin exigirles una devoción total de su tiempo. En la mayoría de los casos, esto se suele cumplir. Completar la historia del juego no pide mucho tiempo, llegar a nivel máximo es algo muy accesible gracias a las ruletas, e incluso raidear Savage (a no ser que busques una experiencia muy hardcore) se puede hacer dedicándole 4-6 horas a la semana. Pasarse 6, 8 o incluso 10 horas en un mismo día delante de un cartel, se siente diametralmente opuesto a esta filosofía.

Square Enix sabe que su sistema no está a la altura del resto del título.

Por suerte para todos, Square Enix sabe que su sistema no está a la altura del resto del título. Cuando llegue el parche 6.1 (el cual aún no tiene fecha) e implementen la nueva zona residencial, también llegará un sistema de lotería por el cual los jugadores podremos hacer un depósito para tener la posibilidad de ser elegidos aleatoriamente para comprar la casa. Sí, esto está muy bien si tomamos como refrencia el desastroso sistema actual, pero no hace más que evidenciar dos grandes problemas con la escena del housing de este juego.

Por un lado, y de manera más evidente: ¿por qué llega tan tarde esta medida? La gente lleva años y años quejándose del sistema actual (habiéndose implementado las casas privadas en la época de A Realm Reborn) y las soluciones llegan una vez pasada ya la 4ª expansión del juego. Si bien es verdad que existen los pisos (habitaciones pequeñas que permiten personalización y uso de muebles, pero sin poder modificar nada de su exterior), esto se siente como una tirita puesta sobre una herida más que una respuesta a largo plazo. Entiendo que es complicado plantear alternativas, pero siendo tan nefasta la manera de hacerse con una propiedad ahora mismo, sorprende ver que las respuestas hayan tardado tanto en llegar.

Por otro lado, de una manera menos obvia, también hace que el sistema palidezca ante otros MMORPGs. Star Wars: The Old Republic, el MMORPG de BioWare, por ejemplo, usa un sistema de housing instanceado. Esto significa que todo el mundo puede tener una casa, pues no hay escasez artificial de viviendas. Volcándose en el apartado de la personalización más que en el de la exclusividad, han conseguido dar con algo especial, único, efectivo y satisfactorio, a la vez que consiguen reducir la inflación en su juego.

Pero bueno, más vale tarde que nunca, supongo. Aún está por ver cómo se aplican estas medidas en el parche 6.1, pues parece ser que no se va a implementar en todas las zonas residenciales y no se sabe si esto es definitivo, un programa piloto o qué. Desde luego, es algo que Square Enix lleva arrastrando mucho tiempo y que le pesa mucho al que es, de manera casi indiscutible, el título más importante que tiene ahora mismo entre manos.

Si has llegado hasta aquí, te doy un pequeño consejo. Intentar conseguir una casa ahora es difícil, frustrante y poco satisfactorio. Si no tienes ninguna prisa, espera hasta que lleguen las nuevas medidas. No sé si serán la respuesta a todos los problemas, pero sí que serán mejores que la competencia (a veces desleal) que tiene lugar ahora. Si, como yo, prefieres experimentar este desastre antes de que desaparezca, solo te voy a pedir una cosa: no te acerques al housing de Shirogane, por favor. Dame una oportunidad de conseguir mi propia casucha, nunca te he pedido nada.

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