Tal y como estaba prometido, Capcom ha publicado esta semana la primera actualización de contenidos de la expansión Monster Hunter Rise: Sunbreak. Trae consigo un nuevo local explorable junto con una pequeña colección de nuevas variantes y subespecies de monstruos como Nargacuga, Bazelgeuse, Rathalos y Rathian. Pero también nuevas misiones de anomalía de cinco estrellas, así como la guinda del pastel: las investigaciones de anomalía.
A grandes rasgos, las investigaciones de anomalía son misiones con objetivos de carácter aleatorio: puedes encontrar algunas que te pidan matar entre uno y tres monstruos de un ecosistema cualquiera, e incluso llevan un nivel de dificultad que nunca antes habíamos visto para representar las capacidades combativas de los oponentes. Lo mires como lo mires, representan lo más parecido que tenemos a un verdadero modo endgame —obviando el hecho de que los MH se juegan durante cientos de horas.
En realidad, las investigaciones de anomalía se sienten como la evolución natural de las misiones homónimas que debutaron en Monster Hunter: World y que habían permanecido exiliadas hasta esta misma semana; solo que por aquel entonces aún no existían los monstruos infectados por el Qurio, que es la mecánica característica de los monstruos más avanzados del rango maestro en Sunbreak. Hablando de lo cual, también aparecen algunas nuevas criaturas infectadas entre las filas enemigas como el Lunagaron o el Almudron de magma.
El estupendo Monster Hunter Rise: Sunbreak se estrenó el pasado mes de junio en Nintendo Switch y PC a través de Steam. Abarca todo un nuevo rango de misiones en la campaña de Elgado, con especies debutantes más otras tantas en camino a través de actualizaciones de contenido gratuitas como la que nos acontece. Se espera que en otoño y en invierno de 2022 lleguen nuevas criaturas a las que plantar cara entre otras novedades, e incluso alguna que otra mejora debería llegar también en 2023.