El cine de acción vio un resurgir espectacular en 2014 con John Wick, a la par que el propio Keanu Reeves vivió un despertar en su carrera como actor. Las bases fueron sencillas: nada de historia sesuda, mucho menos algo complicado, simple acción bien hecha, coreografiada y grabada. Muchos apuntaron a que el videojuego tuvo cierta influencia en John Wick, y en parte sí, pero no como imaginas, y es que la inspiración para una escena de esta cuarta entrega ha sido un indie pequeñito llamado The Hong Kong Massacre.
Quizá podríais apostar que Hotline Miami, aquellos juegazos que crearon Dennis Wedin, Jonatan Söderström y Devolver Digital, fue tomado en algún momento como referencia para el cuarteto de cintas. Nada más lejos de la realidad, al menos no para Chad Stahelski, director de todas las películas de la saga, quien no conoce aquellas 2 entregas, pero sí el concepto "a lo John Woo" de The Hong Kong Massacre; y si has visto la película, sabes de qué hablo.
No queremos spoilearos la cinta, ni mucho menos, por lo que no desgranaremos la secuencia en cuestión, pero sí que comentaremos que, llegado a cierto punto de la historia, Stahelski aboga por un giro de cámara imposible y planos más abiertos para deleitarnos con la destrucción; y eso, amigas y amigos, es The Hong Kong Massacre. El portal IGN ha querido asegurarse de que, efectivamente, lo que vimos en la sala de cine no es sino un homenaje al juego del estudio VRESKI.
Puede que esto haga que muchos se acerquen a un indie que pasó desapercibido en 2019, pero que dentro de lo que pudo hacer, se dejó jugar como ninguno. The Hong Kong Massacre no es sino una inspiración, un hijo bastardo podríamos decir, de Hotline Miami. Destila amor por la obra de Devolver Digital, pero pasión por el cine visualmente escandaloso de John Woo.
Todo se juega en una perspectiva isométrica, con el clásico despliegue de twin-stick shooter y el único propósito de acabar con todo lo que respire. No hay una historia muy sesuda. Tampoco diálogos algo interesantes. Es el puro placer de disparar, usar el tiempo bala y, lo mejor de todo, la destrucción del escenario entre tanta lluvia de balas.
Esto bebe de pleno de aquel cine brutal y desenfadado del hongkonés. El studio sueco no lo niega. En absoluto, potencia la inspiración. Las puertas de madera, ventanas, mesas, sillas... Todo se puede destruir. Esto, junto a la sangre y los ragdolls loquísimos de los enemigos y los salvajes VFX de los disparos, genera escenas para enmarcar donde si algo falla, es la música que acompaña.
John Wick, como parte de este "cine de inspiración", teje sus hilos a través The Hong Kong Massacre, hasta llegar a Woo, y lo hace con un atino encomiable. Si esto os hace acercaros a aquel juego independiente de hace 4 años, un servidor se dará por satisfecho.