A Overwatch 2 le falta magia en su primer evento, y esto puede señalar un futuro difícil para el juego de Blizzard

Overwatch 2 Halloween
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Con el lanzamiento de Overwatch 2, ha habido varios cambios de paradigma considerables que han alterado la naturaleza del juego de manera irreversible. Su nuevo evento, Halloween Terrorífico, es la prueba perfecta de que suu cambio de ruta está haciéndole daño al título en aspectos que no son tan evidentes como otros.

Sin lugar a dudas, la más grande de las modificaciones que ha sufrido el shooter multijujgador es su nuevo modelo de negocios. Abandonando el panorama de los videojuegos prémium para sumarse a la batalla por la corona de los free-to-play, el cambio ha traído muchas quejas consigo, y creo que amenaza con tirar abajo parte del futuro del FPS.

Una comunidad enfurecida

Hace unos días, me hacía eco de las críticas que había recibido por parte de la comunidad de Reddit el nuevo evento de Overwatch 2. Tachando a esta celebración de una que "solo te recompensaba por no jugar", vi que las skins legendarias que tan ansiadas eran llegaban en forma de Twitch Drops, transacciones (porque, con ese precio, me niego a llamarlas micro) o una disculpa por la caída de los servidores del juego en su estreno. Aun así, me decidí a participar en la fiesta halloweenesca probando el nuevo modo del título: La Ira de la Novia.

Expectativas por un cambio tan grande

La nueva entrega de La Venganza de Junkenstein me tenía intrigado. Desde luego, con tantos cambios al núcleo de este proyecto, el primer evento de esta segunda parte tenía mucho peso que cargar a sus espaldas, con lo que me esperaba algo a la altura. Sin recompensas desbloqueables por niveles, cajas de botín o aspectos conseguibles tras unos días de farmeo intenso, La Ira de la Novia tenía el cometido de traer algo especial consigo que me hiciese, de verdad, querer seguir pegado al título.

Al iniciarlo, vi que iba a ser un modo de juego mucho más complejo que el típico de Halloween, pero mi gusto duró poco. Sí, está más trabajado, tiene una historia, hay algunos diálogos y el mapa de Eichenwalde en modo terrorífico está cuidado... pero ya está. Es decir, si este evento hubiese salido en Overwatch 1, estaría contento, me parecería una progresión curiosa y lo apreciaría como lo hice con el de Blackwatch. En Overwatch 2, con un cambio de paradigma tan grande, solo veo el limitado potencial del famoso modo PvE que todavía no tenemos, y algo que no me ha dado ganas de jugar durante horas al shooter.

Por mucho que lo quisiera, no hay sensación de estar ante algo novedoso. Una vez acabada la misión y habiendo probado algunas dificultades superiores, no hubo ilusión alguna por volver a jugar. La Ira de la Novia una novedad chula e interesante en la primera pasada, pero que aporta más bien poco a largo plazo. De manera inintencionada, hace que se note todavía más lo que falta en el juego, un problema con el que esta segunda parte lleva tropezando desde sus betas. Sin esa magia, y sin nada que me alentase a volver a Overwatch 2 para no irme con las manos vacías, simplemente cerré el juego al acabar, siendo así una persona más a la que el shooter no ha logrado retener hoy.

Overwatch 2 Wrath Of The Bride

Una derrota que dice mucho

Con lo mucho que se jugaba Blizzard al presentarnos cómo van a ser los eventos del juego hasta ahora (adornados con algunas frases para nuestros héroes y unos grafitis, pero sin nada grande o importante), La Ira de la Novia se ha convertido en La Ira de los Jugadores. Una celebración llena de skins caras, sin desbloqueables, y con propuestas más trabajadas, pero con un resultado que simplemente es insuficiente para recapturar la magia que la compañía antes parecía blandir con total facilida. Esta pifia de Overwatch 2 ya de por sí preocupa, pero no es solo la progresión del evento lo que deja un sabor de boca agrio.

Una de las grandes promesas de esta secuela es el modo historia, que al final ha quedado en un extraño limbo del cual no nos llega información. Se supone que este pequeño evento podía ser una muestra de lo que está por venir, pero lo que veo es, simplemente, el Overwatch de siempre adaptado a contar una historia como puede, sin fuegos artificiales y vitoreos. Evidentemente, este modo historia será mucho más grande y ambicioso que un simple extra para Halloween, pero la oportunidad para crear una buena carta de presentación, que utilice como base la iniciativa más ambiciosa de todo Overwatch estaba ahí, y se ha quedado en poca cosa. Ahora, ¿qué podemos esperar del PvE? Tras haber probado este modo, estoy menos emocionado de lo que lo estaba ayer. 

No es tarde para cambiar de rumbo, pero Blizzard necesita plantearse cambios

En general, el primer evento de Overwatch 2 no solo me ha parecido flojo, sino que me ha dejado preocupado por el futuro del título en varios campos. Si su nueva monetización va a acabar con el encanto de una de sus áreas más mágicas y divertidas, y también la prometida campaña del juego no tiene nada grande con lo que ir abriéndonos el apetito. ¿Qué le queda a Overwatch 2? No creo que un juego basado en sustentarse con su modo competitivo y su pase de batalla prémium pueda ser rival para su precuela en su punto álgido, y esta secuela está hecha, precisamente, para levantar al título de sus cenizas. No es tarde para cambiar de rumbo, pero Blizzard necesita plantearse cambios que pongan al jugador por encima de la monetización, además de poner sobre la mesa algo que verdaderamente justifique llamar a esto una segunda parte.

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