Street Fighter tuvo un momentazo que salvó a los juegos de peleas, y 20 años después sigue siendo legendario

Street Fighter tuvo un momentazo que salvó a los juegos de peleas, y 20 años después sigue siendo legendario

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Evo Moment 37

Si hay una saga de videojuegos de pelea que tiene derecho al título de la más icónica de la historia es, sin lugar a dudas, Street Fighter. La franquicia de Capcom lleva dando guerra desde hace más de 30 años, y se ha convertido en icono de una escena competitiva fortísima. Con tanto bagaje a sus espaldas, era de esperar que también fuese dueña del suceso más importante de los videojuegos competitivos: el Evo Moment #37.

Quienes ya lo conozcan habrán pensado "Ah, sí, qué increíble movida", y es que no es para menos. Te voy a poner en situación: era la semifinal de Street Fighter III: 3rd Strike del EVO (o Evolution Championship Series) 2004, el torneo más importante a nivel internacional de juegos de pelea, y dos portentos del Street Fighter estaban compitiendo. Daigo Umehara y Justin Wong buscaban llegar a la final, pero ninguno de los dos sospechaba estar a punto de hacer historia.

Con tan solo un pixel en la barra de vida de Daigo, parecía que la victoria de Justin estaba garantizada ya. La única manera de no perder vida ante los ataques de su rival era, o bien esquivándolos, o haciendo lo que se conoce como parry. Esta técnica consiste en pulsar adelante o abajo (dependiendo de la altura del golpe) en el momento exacto del impacto para negar completamente el daño enemigo. La precisión necesaria para ejecutar uno es microscópica, y el riesgo muy alto, por lo que se suelen ver más bien poquito.

Umehara no tenía otra opción, si bloqueaba, iba a recibir algo de daño que acabaría con la partida, con lo que su única defensa eran los parries, y Wong sabía eso. Al ver al jugador japonés tan contra las cuerdas, decidió ejecutar el Houyoku Sen de Chun-Li, una técnica poderosa que lanza una sucesión de 15 golpes contra el enemigo. Sí, hacer algunos parries es posible en situaciones cruciales, ¿pero conseguir hacer 7+7+1 seguidos y sin equivocarse ni una sola vez? Francamente demencial.

Ahí fue cuando el genio de Daigo brilló. El milagro sucedió y los quince parries perfectos seguidos se quedaron grabados en las retinas de toda una generación de jugadores. Tras esto, Daigo acabó el combate, dejando a Justin Wong completamente en jaque y coronando uno de los momentos más importantes del gaming competitivo. Aunque Umehara no ganó el torneo, obtuvo algo más preciado que un título: hacer historia, y esto es algo que hasta hoy todavía tiene representación en los videojuegos.

Y es que la cantidad de referencias al "Daigo Parry" en los videojuegos de peleas demuestran lo influyente que fue. La versión descargable de Street Fighter III trajo varios desafíos´, entre los que está el de ejecutar esta técnica. Además de eso, ha tenido presencia en animes, libros e incluso otros videojuegos, como Super Smash Bros. Ultimate y Nickelodeon All-Star Brawl.

Por su parte, los jugadores también tienen en mente este increíble suceso, y buscan replicarlo siempre que puedan. De hecho, esto es lo que me inspiró a escribir el artículo, tras ver a un jugador de la beta de Street Fighter VI revivir el decisivo momento, aunque fuese en modo práctica. Casi 20 años después de esa semifinal, es imposible separar los videojuegos de peleas del glorioso encuentro entre Daigo Umehara y Justin Wong.

Con decenas de millones de visualizaciones, es el Evo Moment #37 es digno de ser considerado legendario. Según el propio Justin Wong, este suceso puede haber sido el que salvase a Street Fighter y los videojuegos de peleas. En el momento en el que sucedió, el interés por el género estaba decayendo, y el boom tras el Daigo Parry lo revitalizó, haciendo que más gente se interesase por estos títulos y mandando el mensaje a las desarrolladoras de que los títulos de peleas no estaban muertos. Se puede decir que, gracias a Daigo y Justin, hoy tenemos Street Fighter 6, Tekken 8 y Guilty Gear -Strive-, que no es poco.

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