Análisis de King's Bounty 2: un RPG táctico que demuestra que el género tiene mucha vida por delante, lastrado por algunos defectos

Los RPG tácticos parecen volver a estar de moda y uno de los juegos más esperados del género es King's Bounty 2. Después de empaparme durante unas cuantas horas de Nostria y la vida de sus ciudadanos, te cuento lo que me ha parecido este juego de rol táctico y exploración, que ofrece una experiencia variada y larga, pero con algunos defectos que impiden que sea un videojuego redondo.

Allá por comienzos de los 90, King's Bounty sorprendió a muchos amantes de los juegos de rol tácticos, a pesar de algunos peros que tenía el juego. La realidad es que se convirtió en un juego de culto para algunos jugadores y la saga se fue ampliando con el tiempo con diferentes expansiones, e incluso algunos fans llegaron a sacar secuelas no oficiales. King's Bounty, además, se considera precursor de la saga de videojuegos Heroes of Might and Magic, muy querida por la comunidad. Por tanto, la vuelta de la franquicia de la mano de 1C Entertainment con una nueva entrega alegró a los usuarios, que tienen puestas muchas esperanzas en el videojuego. ¿El resultado? Bueno en líneas generales, con algunos peros y un desarrollo algo pesado, con detalles que nos dejan ver que claramente estamos ante un proyecto ambicioso pero que tiene sus limitaciones, si bien no llegan a ser problemáticas en el sentido de arruinar la experiencia. Es un juego lento, variado, que te introduce muy bien en su mundo, pero que deja una sensación algo agridulce cuando las horas pasan.

King's Bounty 2 tiene un desarrollo de la historia y la jugabilidad que no recuerdo haber visto en ningún título reciente, y os digo desde ya que si sois jugadores que pasan de las misiones secundarias, este videojuego no es para vosotros. Avanzar en el juego es un camino largo, difícil, que te frustra en ciertos momentos porque el propio sistema de progresión te impide seguir la historia principal como te gustaría. El juego "obliga" al jugador a aventurarse a misiones secundarias y menores, ya que para poder seguir en el objetivo principal, tenemos que superar muchos de esos retos adicionales, porque si no es literalmente imposible superar las batallas que nos vamos encontrando. El problema de este sistema, que tiene una lectura más positiva que luego os detallaré, es que la recompensa a nivel narrativo no es tan buena como cabría esperar, después de mucho esfuerzo y muchas horas de juego. Dependerá de cada jugador y su estilo de juego, ya que depende de lo conservadores que seáis al afrontar los combates, pero fácilmente necesitaréis 50-60 horas para superarlo. Pero bueno, esto es solo la superficie, y hay mucho de lo que hablar.

Nostria, un mundo con sus propios problemas

Nada más comenzar el juego, King's Bounty 2 nos presenta a tres personajes diferentes para elegir: Guerrero, Mago y Paladín, un hombre y dos mujeres. Cada uno de ellos tiene un pasado diferente, una motivación distinta y, por supuesto, unas habilidades completamente únicas, pero es importante tener claro que la historia es exactamente igual para todos los personajes. No estamos ante una superproducción que pueda permitirse el lujo de hacer tres juegos en uno. Cada uno de los protagonistas, como digo, tiene características que lo hacen especial y se centran más en ataque físico, magia, curación... Pero la realidad es que conforme pasan las horas de juego, podemos adaptar nuestro estilo de juego a casi cualquier personaje. En mi caso, decidí apostar por Elisa, la Paladín, con habilidades de cura, ya que mi forma de jugar me invita siempre a tener unidades que sanen al resto de mis tropas.

La historia de King's Bounty 2 es una de redención, o al menos eso parece. Tras estar encarcelados por intentar matar al rey, el príncipe Adrian requiere de nuestra fuerza para investigar una serie de acontecimientos que están ocurriendo en Nostria, el reino en el que transcurre la acción del juego, y para luchar contra La Plaga, un fenómeno extraño que está arrasando zonas del mapa y trayendo feroces monstruos. No pienso entrar en ningún spoiler, y solo os voy a contar eso, pero el relato tiene varios giros de guion. Eso sí, el final peca de no saber conectar bien todo lo que nos cuenta anteriormente. Es una pena que, tras tantas horas de esfuerzo y dedicación, el juego no remate correctamente la historia. En ningún momento es algo muy destacable y tampoco es que los cambios que suceden sean sorprendentes, pero sí es cierto que el final arruina en cierta forma el intento por contar algo interesante.

En King's Bounty 2 en PC se puede jugar con mando o ratón y teclado.

Y aprovecho en este punto para volver a la cuestión de las misiones principales y secundarias. El juego nos propone una misión principal, pero para poder llegar a cumplirla, es inevitable afrontar muchas de las secundarias. La razón fundamental de tener que hacerlas es por nivel. Tened en cuenta que el juego frena en muchas ocasiones nuestro avance con combates obligatorios que tenemos que superar sí o sí (no es que haya muchos en el juego, todo sea dicho, no esperéis estar peleando todo el rato). El problema es que, al no haber combates aleatorios, es imprescindible hacer misiones secundarias para poder subir de nivel, conseguir dinero para comprar nuevas unidades y equipamiento, y para poder evolucionar nuestro árbol de habilidades.

A veces todo esto es un poco pesado, porque aunque las misiones secundarias te ayudan a empaparte del mundo que se ha creado para la ocasión, no dejan de ser en muchas ocasiones tareas que al final del día se te van a olvidar, como algunas de recaderos, otras de buscar ciertos objetos, o dramas tipo reconciliar a un NPC con su hermana, algo que honestamente te da completamente igual. Me parece que las misiones secundarias están bien en líneas generales y te ayudan a ser parte de este mundo de rol, pero no sé si "casi obligar" a los jugadores a tener que afrontarlas es lo mejor. La otra lectura que le quiero dar, por tener dos visiones de la mecánica, es que el juego nos está queriendo decir que la vida no es fácil ni directa, y que para conseguir grandes objetivos, primero hay que hacer pequeñas obras. Igual estoy pensando demasiado, pero me parece que es una lectura más positiva del sistema. Sea como sea, es algo que creo que define mucho el desarrollo del juego y hay que tenerlo muy en cuenta.

El combate, lo mejor del juego

Es evidente que uno de los grandes atractivos del videojuego son los combates tácticos por turnos y hay que reconocer que es uno de los aspectos donde mejor parado sale el juego, si bien, como os acabo de contar, hay que afrontarlos con ciertas garantías, porque si no tenéis un nivel similar o superior al rival, no saldréis victoriosos. Las unidades van realizando sus movimientos según su valor de "Iniciativa" y tienen sus propias habilidades: ataque cuerpo a cuerpo o a distancia, magia, curación, buffs y debuffs... Lo esperable, pero bien llevado. El juego permite hacer, normalmente, dos acciones por turno, un movimiento y una acción especial, como atacar, usar una habilidad, defendernos para tener más armadura para el turno siguiente... Además, el héroe tiene habilidades únicas que pueden ayudar a que ganemos la batalla. Por ejemplo, Elisa tiene la capacidad de curar o realizar diferentes hechizos que encontraremos en nuestra aventura (que se gastan tras usarlos si no lo aprendemos) una vez por turno. Por cierto, para usar la magia, necesitamos recolectar Maná, pero abunda y me ha parecido algo que en realidad sobra.

Lo interesante es que King's Bounty 2 es un paso enorme en la saga y juega por fin con las tres dimensiones, con las coberturas y con las alturas. Esto hay que tenerlo muy en cuenta porque, por ejemplo, las unidades que atacan a distancia están ciertamente rotas en algunas ocasiones, así que la única forma de no morir es ocultar a nuestras unidades detrás de rocas o estructuras para que no estén en la línea de visión de los enemigos y no puedan atacarnos. Esto, por supuesto, también nos afecta a nosotros a la hora de atacar y tendremos que tenerlo en cuenta. El resultado general de los combates es satisfactorio y van mejorando conforme avanza el juego, también por las nuevas unidades que van apareciendo, siendo algunas de ellas realmente chulas: tenemos desde humanos a dragones, pasando por enanos o fantasmas, e incluso animales, bestias, gólems... La variedad es enorme y podréis haceros un ejército a vuestro gusto.

Las batallas no duran demasiados turnos y los escenarios tampoco tienen muchas casillas por las que desplazarnos, pero también suele haber bastante variedad de situaciones a las que nos enfrentamos en cuanto al terreno se refiere. Además, con tanta unidad diferente, cada combate es un reto que hay que afrontar con algo de cabeza. El juego sabe que habrá mucho ensayo y error y, de hecho, autoguarda antes de cada batalla. Yo os recomiendo que lo hagáis también de forma manual. A veces uno prueba a ver si puede superar un combate (por cierto, podéis salir de todos y prepararos mejor, no hay encerronas en el juego), pero si el resultado es desastroso es mejor cargar partida y seguir mejorando, incluso sabiendo que a lo mejor ganas. La razón tras esta decisión viene porque el dinero es limitado y perder constantemente unidades es sencillamente insostenible para el desarrollo del juego, ya que la principal fuente de unidades viene de comprarlas en tiendas.

La complejidad del desarrollo del ejército

Las decisiones morales definen nuestro avance

Es hora de comentar el progreso del protagonista y de nuestro ejército. En cuanto a nuestro héroe, es importante destacar que no lucha, salvo algunas acciones que puede hacer cada turno: sus mejoras y equipamiento repercuten directamente en el ejército. Dicho eso, conseguiremos nivel superando misiones, combates e incluso explorando en algunas ocasiones. Esto nos permitirá subir algunas estadísticas, pero lo importante es que nos dará también mayor Liderazgo (todo esto se puede subir con equipamiento e incluso como premio de otras misiones). Esta característica mide qué unidades podemos llevar en el equipo y el número de cada una de ellas en un batallón (por ejemplo, puedo llevar hasta 10 curanderas si tengo Liderazgo para ello). De esta forma, el juego nos va desbloqueando acceso a nuevas unidades poco a poco, que conseguiremos en la mayoría de ocasiones comprándolas a comerciantes, como he comentado, aunque a veces habrá personajes que se unirán a nuestra causa después de ayudarles, pero esto es minoritario.

Árbol de Talentos de King's Bounty 2.

Además de esto, el árbol de Talentos nos da acceso a nuevas mejoras, pero desbloquearlas tiene su aquel. Cuando subimos de nivel, conseguimos también Puntos de talento, que podemos gastar para desbloquear las diferentes mejoras. La cuestión es que el árbol se divide, a su vez, en moralidad. Cada misión podemos afrontarla de dos formas y hay cuatro caminos morales en total: Orden, opuesto a Anarquía; y Poder, opuesto a Astucia. Completar misiones según una decisión u otra nos dará puntos en cada una de esas ramas, lo que desbloqueará más mejoras en el árbol de habilidades. A mí este sistema no me ha terminado de gustar demasiado y os cuento por qué. Imaginad que vosotros queréis hacer como yo y seguir un camino basado en el Orden y la Astucia, porque vuestras decisiones morales así lo indican. Esto es maravilloso y el juego te da esa libertad para cambiar el mundo que te rodea con tus decisiones, pero la realidad es que en cuanto pasan unas horas de juego te das cuenta de que este sistema no sirve. El problema es que tenemos que tomar casi por obligación caminos que no nos gusten, porque si no, no vamos a desbloquear mejoras muy interesantes en el árbol de habilidades. Muchos jugadores podrán pensar que da igual, que si te centras en un camino tienes que apechugar con lo que venga y que es interesante que cada decisión moral te dé ciertas mejoras, pero por mi experiencia de juego, un personaje equilibrado es muy recomendable y para ello hay que intentar tener variedad de habilidades. Creo que lo que más me chirría del sistema es no terminar de ver la relación entre las decisiones morales y la recompensa en el árbol de habilidades. Por ejemplo, ¿por qué por apostar por el Orden puedo conseguir más experiencia después de los combates? ¿No tendría incluso más sentido introducir esa mejora en Poder?

Las unidades, un mundo aparte

En el ámbito de las unidades, la cosa va otro lado. Lo primero, lo que he dicho: Liderazgo de nuestro héroe. Cada unidad tiene un número de Liderazgo y no puede superar el del protagonista. Por ejemplo, pongamos que tengo 2.000 de Liderazgo con Elisa y un Espadachín tiene un valor de 500 de Liderazgo. Aunque yo tuviera todo el oro del mundo para comprar dicha unidad, solo puedo adquirir y unir a mi ejército a 4 de esos espadachines (500 x 4 = 2.000), que se unirán en el mismo batallón para ser más fuertes. Es interesante también destacar que el Liderazgo solo se tiene en cuenta por cada tipo de unidad, o sea que puedo tener cinco batallones que tengan hasta 2.000 de Liderazgo.

Los reclutadores nos venderán unidades en King's Bounty 2.

Además de esto, la calidad de las unidades se mide por su Rango y Nivel. El Rango se mejora ganando combates y experiencia, y hay tres fases. Lo curioso de este sistema es que, si mis Espadachines han subido al Rango 3 y mueren, siempre que yo vaya a comprarlos, ya estarán en Rango 3 (por cierto, cuando las unidades suben de rango, cambian ligeramente su apariencia). Por tanto, ese grindeo que se puede hacer en un momento dado sirve ya para siempre. En cuanto al nivel, que va de 1 a 5, no hay nada que hacer. Es fijo. Al principio tendremos en nuestro ejército unidades de nivel 1 o 2, pero aunque nos parezcan geniales, es recomendable ir invirtiendo en unidades de más nivel conforme avanzamos, porque las estadísticas mejoran sustancialmente. Es algo que veréis claramente en cuanto os pongáis a comparar los números de cada tipo de unidad.

Pero es que, por si todo esto fuera poco, la moralidad también afecta a nuestro ejército. Hay unidades que se identifican con el Orden, otras con el Poder... Y hay que controlar que su moral no esté baja, porque de esta forma no serán tan útiles, por lo que de nuevo estamos ante un sistema que nos da dos caminos: o te centras únicamente en unas decisiones morales y vas a tope con ellas, o intentas variar para desarrollar un poco de todo y poder tener un ejército variado. Tengo que deciros que me parece más entendible el sistema para las unidades que para el desarrollo del árbol de habilidades, pero vuelve a ser un poco problemático si quieres probar cosas distintas. Por ejemplo, yo sufro mucho con las unidades de Anarquía y no puedo llevarlas en el ejército; una pena, porque muchos No Muertos están con esa corriente de pensamiento y me gustan bastante. Más allá de todo lo comentado, cada unidad tiene habilidades pasivas únicas y algunas activas especiales con enfriamiento, y usarlas con cabeza nos puede hacer ganar una batalla.

Un juego resultón, con exploración satisfactoria

Si hay algo que también me ha gustado bastante es la exploración, pero tiene algunos defectos que lo afean un poco. En un RPG como este, que el mapa tenga tantos secretos y tanta vida es atractivo. A cada paso que das, hay un NPC, un nuevo lugar para explorar, algo que te llama la atención. Además, King's Bounty 2 premia la curiosidad y si te sales de los caminos, encontrarás muchísimos tesoros ocultos. Explorar es agradecido, el juego quiere que lo hagas, y es realmente satisfactorio. Es más, si queréis introduciros de lleno en Nostria, encontraréis muchos libros y documentos para ampliar el lore. Eso sí, el mundo lo considero más semiabierto que abierto, ya que el progreso es ciertamente lineal y, como os he indicado antes, muchas zonas están bloqueadas para que no podáis pasar.

Eso sí, hay algunos peros que hacen que todo esto que está tan bien hecho no llegue a un nivel de excelencia: el desplazamiento es muy mejorable. Lo primero es que nuestro personaje anda muy lento, llega a desesperar en algunos instantes (y hay una opción para andar aún más lento, ojo). Menos mal que vamos desbloqueando viajes rápidos, porque si no sería muy tedioso. Las distancias no son tan largas una vez que vas descubriendo el mapa (que no es súper enorme, pero sí está genialmente aprovechado), pero aún así, no termino de comprender la lentitud del movimiento. Además, no se puede saltar absolutamente nada, algo que puedo llegar a comprender, pero que deja algo frío: cuando no puedes ni tirarte medio metro abajo la experiencia se resiente. Aunque la palma se la lleva el caballo. Sinceramente, su utilidad es bajísima. Lo primero es que la animación de subir y bajar del caballo también es lenta, lo que te hace al final ir siempre a pie, porque no se puede coger ningún objeto mientras estamos subidos a él, algo completamente absurdo y que espero que arreglen. Además, el caballo tiene una falta de movimientos algo sorprendente, lo que termina por hacerlo más una molestia que una ayuda. También he de decir, por último, que en ciertos lugares hay pequeños errores con las colisiones: he bugueado a mi personaje y al caballo en algún momento, aunque por suerte el juego era capaz de sacarlos del atasco.

El videojuego cumple a nivel gráfico y me parece colorido, resultón, artísticamente muy bonito, pero no creo que destaque especialmente por el apartado gráfico. Como punto negativo, creo que el modelado de personajes y sus expresiones son algo pobres, pero aún así, las cosas como son: el mapa está muy detallado, muy lleno, la distancia de dibujado en PC es buena y el rendimiento creo que es más que aceptable. Lo he jugado a 2K y 60 FPS con gráficos en máxima calidad en una Nvidia GTX 1070 Ti. He tenido algo de oscilación de FPS en algunos momentos y sí que he tenido fuertes bajones de unos 15 FPS en las zonas con neblina donde está La Plaga, algo que me ha sorprendido un poco, porque no me parece que haya motivo para esto. Desde luego, si buscáis el objetivo de 1080p, no hay problemas con el juego. En líneas generales creo que no hay de qué preocuparse con el rendimiento y las asperezas se pueden arreglar con algún parche. En consolas sí que hay cierto recorte gráfico, como os ha contado Carlos Gallego en su análisis en 3DJuegos, que ha jugado en la versión de Xbox One. No he tenido bugs significativos además de esos pequeños bloqueos del personajes, pero sí he notado que los planos a los personajes en algunas conversaciones son extraños. Falta algo de pulido en ese tema. El juego tiene doblaje al inglés y está completamente traducido al español en sus textos de forma muy correcta y sin ningún error que haya detectado.

Un buen RPG penalizado por algunos fallos

Estoy casi convencido de que los fans de la saga King's Bounty apreciarán el juego y de que los amantes de los RPG tácticos muy reposados también. Se le pueden perdonar sus errores, pero es cierto que el desarrollo es muy lento y queda la sensación de que se ha alargado de una forma un poco artificial. El combate es divertido, la exploración satisfactoria a pesar de sus peros, pero la historia es quizá lo que podría haber dado más de sí. King's Bounty 2 es un buen juego que os dará muchísimas horas de entretenimiento, pero se queda algo corto en diferentes aspectos para llegar a cotas más altas de calidad dentro del género.

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