Age of Mythology es un imprescindible de PC, y te doy 3 razones para estar emocionado por su remake

Age Of Mythology Retold Vale La Pena
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

La estrategia clásica, qué buenos tiempos hemos pasado con ella. Llamadme nostálgico, pero cada vez que veo una captura de Age of Empires 2, Empire Earth o Heroes of Might and Magic, me recorre un escalofrío por la espalda que me hace recordar al yo más mocoso. No obstante, hay uno que incluso hoy en día, en esta época de vanagloriar joyas pasadas, queda desaparecido de las listas: Age of Mythology.

Parece la oveja negra dentro de una familia casi perfecta. Con 4 entregas de sobrado valor dentro del género y con al menos 2 de ellas formando parte de la exquisita liga de "historia del videojuego", Age of Mythology se tiende a considerar un juego menor, y estaríais equivocados si así lo pensáis. Por ello, con su versión Retold recién anunciada y con vistas a darle el mismo tratamiento que las Definitive Edition de sus hermanos honoríficos, hoy vengo a reivindicar aquella entrega de 2002. Una con mucho que ofrecer incluso a día de hoy. Pero, si no os sentís cómodos con su estética, os doy 3 razones para marcar en vuestra lista de "juegos que espero con ganas" este remaster.

Como si God of War tuviera un episodio en Los Simpson

Si hay algo carente en los juegos de estrategia es el de un modo campaña. Una suerte de línea narrativa claramente diferenciada de su modo sandbox, que busca la total libertad de acción y reacción del jugador. Si bien no es del todo cierto, muchas de estos mal llamados "modo historia" encuentran ese hilo conductor bajo el paraguas de una "campaña militar histórica" sin mucho aliciente más allá de suponer una suerte de tutorial. Age of Mythology vio esa falta como una ventaja para contar una historia que bien podría parecer una parodia de Los Simpson.

El equipo de Ensemble Studios se inspiró en La Ilíada y La Odisea —el Harry Potter del siglo VIII antes de Cristo—, pero aprovechó las libertades de unos relatos que tonteaban con lo mitológico para abordar una historia más épica, propia de una aventura contemporánea con "el camino del héroe" como promesa. Ésta nos ponía en la piel de un general atlante quien debía derrotar al cíclope Gargarensis, empecinado en abrir varias puertas al inframundo, y obtener así el favor de Poseidón para salvar su Atlántida querida. Esto nos llevó a combatir contra hordas de seguidores del cíclope a lo largo de Asia Menor (con la Guerra de Troya de por medio); el Egipto de la Edad del Hierro; o la nórdica Noruega con una guerra entre Loki, Thor y Odin, es decir, lo normal por aquellos lares. Dicho así, suena épico —que lo es—, pero lo más curioso es que ninguno de estos periodos son coetáneos.

La era vikinga, tal cual la conocemos, dio comienzo en el año 793 con el primer asalto nórdico en Gran Bretaña; el Egipto que vemos no parece contemporánea a la caída de Troya, no la escrita por Homero al menos; mientras que la Atlántida habría ido a explorar el fondo del mar allá por el 5000 a.C. (aunque según investigaciones de dudosa calidad). Pero, ¿algo de esto importaba? Ni lo más mínimo. Todo parecía una parodia de la Época Clásica. Casi como un episodio de Los Simpson que buscaba coger elementos claves reconocibles por el espectador medio para conducir una trama descafeinada y, ante todo, variada. Este es quizá el mejor y más importante adjetivo para el juego.

No estaba constreñido por la historia

Age of Empires, a pesar de contar con ciertas licencias, desde sus orígenes ha intentado apegarse a los libros de historia lo máximo posible. El equipo de Xbox Game Studios se vanaglorió de ello, y con razón, con su cuarta entrega y aquellos preciosos vídeos luciendo armaduras, fundíbulos y demás herramientas bélicas. Age of Mythology deformó la experiencia de juego y las bases de Age of Empires para su propio beneficio. Mientras Age of Empires 2 nos deleitó con más de 10 civilizaciones —contando aquellas disponibles mediante expansiones—, este juego lo redujo todo a solo 3: vikingos, atlantes/griegos y egipcios.

La civilización china llegó con su panteón propio en un DLC algo falto de ideas, pero con potencial

Un aparente problema de no ser porque cada una era completamente diferente a la anterior. No solo hablamos de cómo se comportan o los objetivos que buscan, amén del apartado estético, sino cada una tenía unidades únicas así como un árbol de investigación y dioses exclusivo. Los nórdicos, por ejemplo, no eran sedentarios —aunque no es la mejor definición para ello—, sino que buscaban moverse por el mapa en busca de recursos y asedios. Mientras tanto, los egipcios, por medio del faraón, tenían cierta inclinación a los favores divinos y las ayudas de los mismos. Todo esto radica en un dinamismo con el que solo podía soñar la saga principal.

Lo quiera o no, hizo luchar al logos y el mitos una vez más

¡Ah, los dioses! Si bien todo lo que os he contado lo guardo en el recuerdo de mi niñez, este discurso del "logos vs mitos" no me viene de ahí. No era un crío tan especial como para andarme con estas discusiones, pero revisitando el juego me he dado cuenta de cómo se beneficia del discurso griego clásico. ¿Por qué? No quiero que esto sea una clase de historia, o filosofía, pero sabed que era imposible afrontar el juego sin "pasar por el aro" de los dioses.

Age Of Mythology Remaster Vale La Pena

Sí, jugar a Age of Mythology sin buscar mitología es como jugar Call of Duty sin querer matar, pero la situación va a más. El "logos vs mitos" busca diferenciar aquello que no se puede explicar del mundo natural dejándolo en manos de la famosa frase "será cosa de los dioses, qué se yo". Los atlantes llegan a la Edad del Bronce antes, con lo que se benefician de su manufactura, pero se quedan rápidamente rezagados frente al resto. El motivo no era otro que mientras los griegos buscaron la ciencia, la competencia dependía de los mitos.

Aquí entraba en juego la coyuntura propia de cualquiera que no vea bien las "artes mágicas": o te entregas a los dioses y llevas un equilibrio entre ciencia y fe, o te devoran. Un detalle curioso dentro de los egipcios fue depender de la agricultura gracias única y exclusivamente a que Rah nos bendice con lluvias. Mientras tanto, si buscabas controlar la demografía del lugar, en vez de apostar por lo "natural" o científico, era hora de encomendarte a un poder supremo del dios Hathor para que una plaga de langostas devore los maizales y se cree una hambruna controlada. Creedme si os digo, que era un caos muy fácil de disfrutar.

Comentarios cerrados
Inicio